Por Gabriel Rodriguez
En las últimas horas la Policía notificó a 12 jóvenes acusados de formar parte de dos bandas delictivas distintas, todos ellos están sindicados por varios disturbios y robos en la zona del barrio 500 Viviendas Norte.
Una fuente ligada a la investigación afirmó que se trata de una medida para «cesar los enfrentamientos entre ambos grupos en la zona y evitar mayores problemas». También para proteger a los vecinos.
La medida fue impulsada en un trabajo mancomunado entre la oficina de judiciales de la Comisaría 38ª, la jueza del Juzgado Penal, Juvenil y Contravencional, Daniela Ivana Benenati, el juez de Garantía 1, Juan Manuel Montiveros Chada, y el fiscal de instrucción, Ricardo Barbeito, quienes consensuaron intimar a 8 menores y 4 mayores involucrados.
«A los implicados que todavía no cumplen la mayoría de edad se los notificó debidamente con sus progenitores para que estén al tanto de la situación, además son quienes están a cargo de ellos. Es importante remarcar que todos superan los 16 años, por lo que en caso de incumplir, pueden ser imputados», precisó un vocero judicial.
El vaso se rebalsó el pasado 13 de noviembre, cuando en horas de la madrugada, frente a la manzana 137 del barrio 500 Viviendas Norte, el personal de monitoreo del Sistema Inteligente de Seguridad Provincial (Sispro) detectó movimientos sospechosos previos a un disturbio y alertó a la Policía.
Cuando los agentes llegaron el conflicto recién había iniciado, pero desde el Sispro les pidieron a los uniformados que se retiren con el fin de resguardar su integridad física ya que eran superados en número por los agresores.
«Al pasar los minutos personal de Sispro informó que observaban a un hombre con chomba a rayas de color azul realizando disparos con un arma de fuego. Ya con la colaboración de la Compañía de Operaciones de Alto Riesgo (COAR) y más patrulleros se dispersó a varios masculinos que ofrecían resistencia en todo momento», había declarado un agente actuante en ese procedimiento.
Las cámaras jugaron un rol clave, ya que detectaron a un hombre que disparó un arma tumbera y luego se la pasó a una mujer, que fue individualizada a la altura de la manzana 104 del mismo barrio. La joven, identificada como Belén Baigorria, de 19 años, llevaba el arma escondida en la cintura, pero el clima de tensión reinante hizo que, tras el palpado, decidieran retirarla rápidamente porque había personas que entorpecían el procedimiento y querían lograr su liberación.
Minutos más tarde, en la Plaza 22 de Agosto, también en la misma barriada, las cámaras pudieron identificar al autor de los disparos.
Una patrulla lo detuvo y fue trasladado de inmediato a la Comisaría 38ª por el mismo motivo anterior: sus allegados trataron de impedir su aprehensión. Ya a resguardo, las autoridades lograron identificarlo: se trata de Ariel Facundo Medina, de 23 años.
El arma que había utilizado era de fabricación casera, estaba envuelta con cinta aisladora, tenía signos de haber sido percutada y aún poseía un proyectil en el caño.
Por ese hecho, Baigorria y Medina, que también fueron notificados en esta nueva medida, fueron imputados por «Tenencia ilegal de arma de fuego», aunque al ser un delito menor, y como ambos no tenían antecedentes penales, fueron liberados.
Una de las facciones está identificada como La banda del Pollo, según la consignaron los investigadores, que es el seudónimo de uno de sus miembros.
Para los partícipes de esa facción no es novedad tener a la Policía en su casa, ya que se encuentran envueltos, y aún son investigados, por un «robo piraña» suscitado el pasado 25 de agosto, cuando derribaron a un motociclista en horas de la madrugada y lo despojaron de sus pertenencias, casco, zapatillas y se hicieron del rodado.
Horas después de la denuncia por ese hecho hubo seis allanamientos en simultáneo: en la manzana 152 hubo dos, en la casa 5, donde reside “El Pollo” Arrieta, señalado como el líder de la banda, hallaron un arma de fuego y secuestraron su celular; al lado, en la casa 4, incautaron otro teléfono.
En la casa 7 de la manzana 136, donde vive “Jonase”, otro de los acusados, los efectivos se llevaron la mayor sorpresa: confiscaron diecinueve celulares, una tablet y una notebook.
En domicilios de las manzanas 153, 137 y 154 encontraron machetes, armas blancas de fabricación casera, cerca de nueve celulares y una CPU.
El primero de septiembre, el rodado apareció desmantelado en un descampado lindero al 500 Viviendas Norte, pero de igual manera indicaron que “esa investigación sigue abierta”.
Además, trascendió que el pasado 21 de septiembre, luego de una discusión que se habría originado para el Día del Estudiante en la localidad de El Trapiche, entre una de las integrantes de La banda del Pollo y el otro grupo notificado, estos últimos se dirigieron a la vivienda de la joven, en la manzana 236 del barrio 208 Viviendas norte y generaron múltiples daños en el inmueble.
«Formalmente debe haber unos 10 hechos denunciados y casi el doble que no se denunciaron. Entre ellos, los disturbios más recientes fueron el 15 de noviembre y el 1 de diciembre. De igual manera se ha trabajado de oficio en cada uno de los hechos y desembocan en los mismos partícipes», detalló un informante policial.
La Justicia entiende que la medida es una de las alternativas para poner fin a las reiteradas situaciones violentas en la zona y de inseguridad, ya que una vez incumplida la medida «permitiría la inmediata detención de quienes hayan violado lo establecido judicialmente», dijo Barbeito.