Por Gabriel Rodríguez
La dupla Nicolás Posse-Luis Caputo logró persuadir a los técnicos del FMI para recomendar la reactivación del acuerdo con Argentina y el desembolso de USD 4.700 millones a principios de febrero.
Los argumentos presentados incluyen un ajuste draconiano, una devaluación del 118%, el freno en la emisión monetaria y una reforma del Estado.
Uno de los puntos destacados fue el detallado informe presentado por Caputo sobre la recuperación de reservas. Desde que el peso se devaluó un 55%, las reservas aumentaron casi USD 3.000 millones, alcanzando un total de USD 24.000 millones. Se proyecta que, con la cosecha de este año, las reservas del Banco Central llegarán a los USD 35.000 millones.
El freno en la emisión monetaria desde el inicio del gobierno de Milei fue otro aspecto central. Durante la gestión de Massa como ministro de Economía, la emisión se aceleró significativamente, alcanzando el 11,4% del PIB en 2023. Este punto generó críticas por parte de los técnicos del FMI, especialmente respecto al «Plan Platita» lanzado por Massa.
Caputo también hizo hincapié en el DNU de 330 artículos y la ley ómnibus como señales de fortaleza del nuevo gobierno para afrontar los pagos de deuda del primer trimestre. La reactivación del acuerdo busca evitar el uso de las reservas del Banco Central y generar condiciones para la recuperación económica, aunque persisten dudas sobre la sustentabilidad del modelo libertario ante posibles protestas gremiales y movilizaciones en marzo.