El primer ministro belga, Charles Michel, manifestó que finalmente «pasó lo que se temía en su país», tras reiteradas amenazas por parte del ISIS con atentar en Bruselas, y sobre todo luego del terror en París.
«Es un día negro para nuestro país. Por favor, pido a todo el mundo que esté tranquilo y muestre solidaridad», añadió. «Debemos estar unidos», subrayó el primer ministro ante el dramático momento.
El funcionario pidió «unidad» a los ciudadanos que están atravesando un día sombrío.
«Los vínculos con el atentado de París no han podido ser oficialmente establecidos», dijo Michel.
Y envió un mensaje a los terroristas: «A aquellos que han elegido ser enemigos bárbaros de la libertad y la democracia les decimos que, pese a nuestro dolor profundo, tenemos la determinación de actuar para proteger la libertad».