Macri, rodeado de jubilados, anunció el envío del proyecto de reforma del sistema previsional

Un centenar de jubilados aguardó, casi en silencio, desde media mañana, en el interior del Centro Cultural Julián Centeya, para presenciar el acto en el que el presidente Mauricio Macri anunció el envío al Congreso de un proyecto de reforma del sistema previsional y de blanqueo de capitales.

Apenas una docena de vecinos quedaron fuera del lugar -bajo una pertinaz llovizna- en el barrio porteño de San Cristóbal, esperando la puntual llegada de los funcionarios, algo que ya es casi una costumbre entre los integrantes del gabinete nacional en cada acto oficial.

Los abuelos saludaron con aplausos a los ministros Carolina Stanley (Desarrollo Social), Marcos Peña (Jefe de Gabinete) y Alfonso Prat Gay (Hacienda), aunque las presencias más celebradas fueron las de la vicepresidenta Gabriela Michetti y la del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, este último ganándose el reconocimiento de que los presentes corearan su nombre.

Macri ingresó caminando entre el público hasta una tarima montada especialmente en el centro de la escena, dejando la única tribuna del lugar a sus espaldas para que las cámaras obtuvieran un encuadre que tiene su origen en las campañas políticas estadounidenses y que Cambiemos adoptó durante los últimos desafíos electorales.

En sus primeros minutos al micrófono, el Presidente dijo que el proyecto previsional que impulsará es la «reparación de una injusticia» y apeló a la responsabilidad que recaerá sobre el Congreso, algo que reiteraría en más de una ocasión y que también sería retomado como concepto en declaraciones posteriores por el ministro Prat Gay.

Macri apeló además a un recurso que también forma parte habitual de los discursos en Cambiemos y que implica el relato de anécdotas y vivencias de ciudadanos identificados por un nombre y un lugar, que se veían perjudicados por alguna política y que, si se aplica la iniciativa impulsada, podrían ver mejorar su vida.

«Me acordaba de mi abuela, que se llamaba Argentina Blanco Villegas», señaló el mandatario, que entabló un breve diálogo con un jubilado que desde la tribuna comentó que su madre se llamaba de la misma manera.

Luego tres jubilados subieron al escenario para dialogar con el Presidente, todos ellos con juicios al Estado por el 82 por ciento móvil y cuyas sentencias podrían ejecutarse en caso de que este proyecto se convierta en Ley.

Esa fue la ocasión para que Macri reiterara la responsabilidad que pesará sobre el Congreso y dijo que el proyecto «busca resolver todas las situaciones» previsionales para tener un «sistema jubilatorio justo, equitativo y sustentable en el tiempo».

«Para poder pagar estas deudas que tenemos con los jubilados, queremos cobrarle un impuesto a los que más tienen y a los que evadieron impuestos», añadió luego el Presidente presentando una política de «sinceramiento fiscal».

Desde que Macri tomó el micrófono hasta que se retiró saludando a los jubilados pasaron tan sólo 15 minutos que bastaron para que el gobierno presente su visión sobre el sistema previsional y para anunciar una «ultima oportunidad» para quienes evadieron dinero, ya que, como anunció en conferencia de prensa el ministro de Hacienda, la AFIP los perseguirá después de enero del año próximo.