El Presidente, Mauricio Macri, afirmó ante la Asamblea Legislativa que «la Argentina que viene es el país del acuerdo y el encuentro».
Con un discurso que comenzó con un duro diagnóstico sobre la «herencia» recibida por el kirchnerismo, el Presidente Mauricio Macri inauguraba este mediodía las sesiones ordinarias en el Congreso por primera vez desde que llegó al poder.
«Los invito a que focalicemos las energías en ver cómo hacer crecer a este país generando empleo y reduciendo la pobreza», enfatizó el jefe de Estado en el inicio de su discurso para dejar inauguradas las sesiones ordinarias del Congreso nacional.
El Presidente dijo que, al asumir el gobierno nacional, se encontró con un Estado «desordenado y mal gestionado», con «falta de planeamiento, corrupción y desidia» que lo hicieron tener «poca o nula capacidad para atender sus obligaciones».
El jefe de Estado afirmó que durante los últimos años el Estado «ha mentido sistemáticamente, borrando líneas entre la realidad y fantasía», con lo cual «la credibilidad y la confianza fueron destruidas»:
Macri precisó que «entre el 2006 al 2015 pagamos casi 694 mil millones dólares impuestos más que en la década de los ’90», pero pese a eso «más recursos no implicaron mejoras en escuelas, hospitales y seguridad», ni «permitieron reducir los problemas estructurales de la pobreza y la indigencia».
El Presidente pidió a los diputados y senadores reunidos en la apertura de sesiones «poner la responsabilidad por sobre la retórica» para cerrar el acuerdo alcanzado con los holdouts.
El primer mandatario dijo además que «la Argentina tiene uno de los menores porcentajes de reservas respecto del PBI» en la región y apuntó contra «la irresponsabilidad e incompetencia de la anterior gestión» por la situación macroeconómica nacional.
Macri aseguró que el modelo llevado adelante por la anterior gestión llevó a la Argentina a la «pobreza» y «exclusión», a acumular 700 por ciento de inflación en diez años, a una excesiva presión tributaria y mayor gasto público.
«Nos acostumbramos a vivir así y hasta pensamos que era normal, pero no podemos tolerar que un país como el nuestro mueran chicos de hambre, que haya 29 por ciento de pobreza, que el 42 por ciento no tenga cloacas, el 13 por ciento esté sin agua corriente, y el 40 por ciento sin conexión al gas natural. Ese modelo de inclusión y crecimiento del que tanto habló el gobierno anterior, nos llevó a pobreza y exclusión», dijo el mandatario.
Agregó que Argentina lleva acumulado 700 por ciento de inflación, un déficit del 7 por ciento del PBI, y esto porque «se emitió de manera irresponsable y se utilizaron reservas del Banco Central. Vivimos el momento de mayor presión tributaria de la historia».
Macri afirmó que «en la Argentina no creció el empleo en los últimos años tanto por la inflación como por los impuestos y por las malas políticas aplicadas».
Ante la Asamblea Legislativa, el mandatario indicó: «Aún hay más de 3 millones de argentinos que trabajan en negro, el trabajo en negro pone a los trabajadores en situación muy vulnerable».
«Pero sí lo que creció fue el empleo público. Hemos encontrado un Estado plagado de clientelismo y un Estado al servicio de la militancia política y de destrucción de la carrera de los trabajadores públicos», enfatizó el jefe de Estado en su discurso.
Macri afirmó que las políticas de seguridad «han sido un fracaso» en los últimos años y dijo que la inseguridad «no es una sensación, sino un flagelo que ha ido sistemáticamente generando otra violencia, la verbal».
Al hablar ante la Asamblea Legislativa, Macri señaló que en materia de seguridad se encontró con un Estado «débil, con fuerzas de seguridad mal equipadas y remuneradas», y denunció el avance exponencial del narcotráfico en la última década, con «fronteras indefensas y todo el sistema de defensa desatendido».
«Será una tarea de la justicia investigar si esta situación fue fruto de la desidia, la incompetencia o de la complicidad», sostuvo Macri, despertando el aplauso de la asamblea.
El Presidente se comprometió ante los legisladores reunidos en la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional a «publicar todos los datos para que los argentinos» conozcan «el estado» del país.
Además, el primer mandatario dijo que los problemas de la infraestructura redundaron en «pérdida de competitividad» en «una economía cerrada y temerosa», para luego afirmar que Argentina está «obligada a competir» para conseguir «desarrollo y reducir la pobreza».
Macri afirmó que encontraron en el PAMI «despilfarro y corrupción, como en las peores décadas», al tiempo que repasó otras áreas del Estado nacional con «falta de infraestructura», como las escuelas, y con «falta de recursos», como algunos hospitales nacionales.
«En el PAMI encontramos despilfarro y corrupción, como en las peores décadas. Encontramos severos problemas de infraestructura en escuelas de todo el país. Se han abierto nuevas universidades y eso es muy positivo, pero muchas fueron espacios de militancia política. No faltaron recursos en el Estado, sin embargo hospitales, rutas, trenes y comunicaciones estaban deterioradas o sus servicios saturados», dijo Macri en su mensaje a la Asamblea Nacional.
Asimismo, el jefe de Estado afirmó que la Argentina tiene déficit energético e importa energía, y en ese marco indicó que se consumieron el equivalente a dos años de producción de petróleo y 9 años de gas, lo que representó una pérdida de 115.000 millones de dólares.