El Gobierno provincial de San Luis informó la incautación de unos 650 celulares en el Complejo Penitenciario 1 “Granadero Juan Bautista Baigorria” en los últimos seis meses. Este operativo, aunque exitoso, pone en evidencia fallas significativas en los controles de seguridad de la prisión.
Las autoridades penitenciarias detallaron que, además de los celulares, se encontraron cargadores y auriculares, todos escondidos en distintos lugares del penal por los reclusos. «Un tercio de los celulares y accesorios estaban en tenencia del Servicio Penitenciario, y eran los más básicos», señalaron desde el Ministerio de Seguridad. Añadieron que, debido a las requisas recurrentes, la calidad de los teléfonos confiscados ha disminuido, ya que los presos deben comprar nuevos dispositivos, generando un gasto constante.
Este operativo subraya la necesidad de mejorar los controles y medidas de seguridad en el Complejo Penitenciario 1 para evitar la entrada y circulación de dispositivos no autorizados. La gestión del gobierno provincial está siendo cuestionada, y es imperativo que se tomen medidas contundentes para garantizar la seguridad y el correcto funcionamiento del sistema penitenciario.
Fallas en los Controles de Seguridad
El hecho de que se encontraran tantos dispositivos en manos de los reclusos plantea serias dudas sobre la eficacia de los controles de seguridad dentro del penal. La introducción y circulación de estos dispositivos indican una posible complicidad interna o la existencia de puntos débiles en el sistema de seguridad del complejo. Las autoridades no han especificado cómo los celulares y accesorios lograron ingresar al penal, pero se está investigando si hubo negligencia o corrupción por parte del personal penitenciario.
Consecuencias y Medidas Futuras
La presencia de celulares en manos de los presos representa un riesgo significativo para la seguridad tanto dentro como fuera del penal. Estos dispositivos pueden ser utilizados para coordinar actividades delictivas, planificar fugas o intimidar a testigos y víctimas. Por lo tanto, la incautación de estos aparatos es un paso crucial para prevenir tales actividades.
El Ministerio de Seguridad ha indicado que se implementarán medidas adicionales para reforzar los controles de seguridad y evitar que este tipo de situaciones se repitan. Entre las acciones a tomar, se incluyen la instalación de más cámaras de vigilancia, el aumento de las requisas y la capacitación del personal penitenciario para detectar y prevenir la entrada de dispositivos prohibidos.
Comunicación Autorizada
Es importante recordar que, aunque la comunicación de los detenidos con sus familiares está permitida, debe realizarse a través de los canales autorizados por las autoridades penitenciarias. Estos canales incluyen llamadas telefónicas supervisadas y visitas presenciales, con el fin de mantener un control adecuado y evitar el uso de dispositivos no permitidos para actividades ilícitas.