El CEO de YPF, Miguel Galuccio, pide 5 millones de dólares de indemnización, tras su inminente salida de la empresa petrolera. Así había sido acordado en su contrato en caso de ser despedido.
La exigencia no cayó nada bien en el Gobierno de Mauricio Macri, teniendo en cuenta la situación del país, y la polémica por los despidos masivos del estado. Pagar algo más de 80 millones de pesos a una sola persona y de una sola vez, implicaría un costo político que Cambiemos no está dispuesto a pagar.
Galuccio había exigido los mismos beneficios que poseía cuando estaba al frente de Schlumberger además de la claúsula golden parachute, que implica recibir una indemnización de más de 5 millones de dólares si es separado de la empresa. Esto es común en los contratos de altos ejecutivos de empresas importantes.
Una fuente consultada por Infobae, dijo: «Era el mejor argentino para conducir YPF. Su contratación tuvo criterios profesionales, no políticos. Él dijo que no volvía al país para perder plata, pero estaba dispuesto a sumarse».
El Gobierno sin embargo sostiene que en este caso no hay efectivamente un despido, sino que se trata de una renuncia consensuada, atada a una asamblea de accionistas. Y además, un pago de 5,5 millones de dólares a Galuccio –un ejecutivo con varios puntos flojos en su gestión– sería políticamente inviable.