19 mayo, 2024

Falleció a los 90 años, Julius Hollander, uno de los sobrevivientes del Holocausto

A poco de cumplirse un aniversario del final del Holocausto y la liberación de Auschwitz, se recuerdan los 75 años de la liberación del excampo de concentración, falleció Julius Hollander, un sobreviviente que vivió en Argentina.

A poco de cumplirse el 27 de enero de un aniversario del final del Holocausto y la liberación de Auschwitz, se recuerdan los 75 años de la liberación del excampo de concentración y con dolor informamos el fallecimiento de uno de los sobrevivientes que vivía en Argentina, Julius Hollander, nos enseñó a conocer la historia más dura que vivió la humanidad .

Julius Hollander fue el único sobreviviente de su familia, el mundo pudo conocer su historia impulsado por su nieta Sofía, Julius brindaba charlas en colegios, escribió el libro «Enfrentar el olvido» y participó del documental «Marcha».

Había nacido un 3 de diciembre de 1929 en Tarnow, Polonia, en un hogar judío no religioso. A los 10 años fue arrastrado por el horror del exterminio nazi. Pudo llegar a Argentina el 31 de diciembre de 1946, desde Río de Janeiro, donde lo había dejado un barco, desde ahí había tomado un avión que lo dejó en Morón, ya que no existía en ese entonces el aeropuerto de Ezeiza, luego de querer olvidar su cruda historia y con la ayuda que recibió de su familia pudo contarla, con el objetivo que nunca más alguien intente negar el horror que padeció el pueblo judío.

Tenía tatuado en su brazo izquierdo el número 161214 con tinta azul, era esa marca visible de su paso por el campo de exterminio de Auschwitz, aunque por lo que decía las marcas más profundas eran las invisibles, las historias del infierno vivido que pudimos conocer por sus narraciones.

Nunca supo por qué él sobrevivió cuando tantos murieron, pero al escapar, decidió «hacer borrón y cuenta nueva», una especie de «olvido terapéutico», que, aseguraba que le había permitido seguir con su vida, estudiar, desarrollarse profesionalmente y formar una familia.

A la Argentina llegó con 18 años, pudo estudiar y se recibió de arquitecto, fundó una exitosa empresa de cartelería en la vía pública. «Cuando uno pasa por situaciones extremas, ya no le teme más a nada», aseguraba Julius, un gran optimista, como a él le gustaba autodefinirse.

Hollander contó en el estreno de «Marca» el documental que contaba parte de sus vivencias «pasé dos años en Auschwitz y la verdad es que no había hablado nunca de esto, porque era como un tabú, qué sé yo. Es como un olvido a propósito, terapéutico, porque no se puede vivir con tantas muertes, con tantas cosas. Yo llegué a la Argentina a los 18 años y me dije: Borrón y cuenta nueva. Lo que pasó, pasó, ahora tengo que empezar de nuevo. Esto me permitió hacer una vida normal. Pero hace unos años, me contactaron de la Fundación de Steven Spielberg, donde estaban tomando testimonio de todos los sobrevivientes, para que diera el mío», y reconoció que «la verdad, creía que era el único loco, pero después, leyendo, me enteré de que a muchos les pasó lo mismo, no hablaban del asunto ni con los hijos siquiera».

Cuando le preguntaron si a su hijo no le había contado nada, sostuvo «él nunca me preguntó nada y yo nunca le conté nada. Pero mi nieta, su hija, Sofía, con quien tengo una gran relación, siempre me preguntaba cómo era mi vida cuando era chico, y ahí empecé a contarle un poco. Cuando me llamaron de la Fundación de Spielberg, supe que tenía que hacerlo, que tenía que dar un buen testimonio, y me agarró como una locura porque ¡no me acordaba!».

Sobre su recuerdo de Auschwitz sostenía «era terrible. Nos despertaban a las 5 de la mañana con una especie de gong. Había que formar, en el frío, en la nieve. Además de ser un campo de exterminio, Auschwitz se hizo para proveer de mano de obra a una gran fábrica que hacía caucho a partir de la gasificación del carbón, que se llamaba Buna Werke. La fábrica no estaba funcionando todavía, la teníamos que hacer, trabajando como albañiles, como peones, haciendo zanjas, de todo. A mí me tocó un comando de carbón: venía un tren con un montón de vagones, a cada vagón le asignaban cuatro personas con palas y teníamos desde las 6 de la mañana hasta las 4 de la tarde para sacar todo el carbón. Si no lo hacíamos, a los cuatro de ese vagón los colgaban esa misma noche, en frente de todo el mundo. Todos los días colgaban gente a lo loco. Yo ya veía que con lo que me daban de comer y con lo que tenía que hacer, estaba frito… nos daban un pedacito de pan y una sopa de ortiga, una planta que si usted la toca, se pincha. Eso en todo el día. Era terrible. Cuando terminó la guerra yo pesaba 39 kilos».

En su libro, «Enfrentar el olvido» escribió que lo mantuvo vivo fue el odio… «los odiaba. Todos los días me decía a mí mismo, a estos hijos de puta los voy a sobrevivir, yo voy a vivir más que estos tipos. No los odio más, ahora hay otra generación, que no tiene nada que ver, pero yo no compro productos alemanes y no piso Alemania».

Pero su gran mensaje fue lo que le dijo a los jóvenes que lo querían escuchar «cuiden la democracia, porque, aunque es un sistema imperfecto, es el único que impide que haya barbaridades como las que pasaron durante el Holocausto».

2 pensamientos sobre “Falleció a los 90 años, Julius Hollander, uno de los sobrevivientes del Holocausto

  1. Tuve el placer de tener su amistad desde hace más o menos 15 años. Un ser de luz. Un tipo maravillosos. Un sr con todas las letras. Se le va a extrañar Julius QEPD

  2. Tuve el placer de trabajar en su empresa Julius Vía Pública, en donde pasé muy felices momentos. Tengo hermosos recuerdos de Hollander, un hombre realmente maravilloso, lamento profundamente su desaparición física, por siempre lo recordaré.

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