Por Gabriel Rodríguez
En medio de una contienda entre el Gobierno Nacional y las Provincias argentinas, el Impuesto PAÍS emerge como un protagonista central, generando fuertes tensiones en la discusión sobre su reparto. Esta imposición, diseñada para incrementar el valor del dólar oficial y desincentivar la compra para atesoramiento, ha recaudado alrededor de $450.000 millones en enero y se proyecta superar los $6 billones en el año.
Con un aumento del 1.252% en enero en comparación con el mismo mes del año anterior, la recaudación del impuesto se ve impulsada por una ampliación de la base imponible, incorporando pagos relacionados con ciertas importaciones. Este aumento se produce tras el ajuste de la alícuota en julio, alcanzando el 17,5% sobre bienes y servicios importados.
La lucha entre Nación y Provincias se intensifica con la intención del presidente Javier Milei de revisar el Pacto Fiscal, buscando modificar la asignación específica del impuesto. Actualmente, el 30% de la recaudación se destina a un fondo fiduciario para obras en las provincias, pero este esquema podría cambiar, generando tensiones adicionales.
La opción de hacer el Impuesto PAÍS coparticipable, con un 56% destinado a las provincias, abre un nuevo frente de conflicto. Los gobernadores resisten la pérdida del 30% de los recursos para obras, mientras que los jubilados, receptores del 70% del impuesto, también se verían afectados en caso de una modificación.
Tributaristas y pymes señalan que tanto el Impuesto al Cheque como el PAÍS representan cargas fiscales adicionales, generando distorsiones económicas en el país. La discusión sobre la distribución de los fondos promete ser un tema candente en los próximos encuentros entre el Gobierno y las Provincias, que se esperan a partir de marzo.
