Argentina extiende venta de gasoil contaminante por escasez de combustible
Por Gabriel Rodriguez
La crisis de combustible en Argentina ha llevado a la Secretaría de Energía de la Nación a tomar medidas extraordinarias. En respuesta al déficit de suministro que ha generado complicaciones significativas en las últimas semanas, se ha autorizado la venta de gasoil con un mayor contenido de azufre en las grandes ciudades del país hasta fin de año.
A través de la Resolución 896/23, se permite la comercialización de gasoil con hasta 800 miligramos de azufre por kilogramo en las principales ciudades de Argentina. Esta medida, aunque paliativa, tiene implicaciones en términos de contaminación, ya que aumentará la emisión de smog y otros contaminantes.
La escasez de gasoil se debe principalmente a limitaciones en la capacidad de procesamiento de las refinerías locales y a la alta demanda del sector agrícola durante la temporada alta, lo que ha generado tensiones con las organizaciones rurales. La resolución de Energía refleja estas realidades y también tiene en cuenta los desafíos relacionados con los costos de importación del combustible. Para evitar importaciones adicionales y preservar los dólares escasos, se ha optado por permitir un gasoil más contaminante en lugar de importar más combustible.
Esta autorización implica un cambio significativo, ya que ciertas zonas del país que antes estaban exentas de este tipo de combustible ahora pueden vender gasoil grado 2, que contiene más azufre. A partir de ahora, el gasoil grado 2 se podrá vender en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, las capitales provinciales y todas las ciudades con más de 90,000 habitantes. Esta medida, que unifica las áreas de alta y baja densidad de población, permite provisionalmente la venta de este tipo de gasoil en todo el país.
La normativa establece que esta flexibilización en cuanto al contenido de azufre se mantendrá hasta el 31 de diciembre, pero se contempla la posibilidad de extenderla si persisten los problemas de suministro. La decisión busca equilibrar la necesidad de mantener la movilidad y la actividad económica con la gestión de los recursos disponibles en un contexto de escasez y alta demanda.
