Por Gabriel Rodriguez
Una intensa sudestada golpeó el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), generando anegamientos y evacuaciones debido a la crecida del Río de la Plata. La magnitud de las aguas superó ampliamente los 3,50 metros de altura en diversos distritos, exacerbando los problemas causados por el temporal del pasado sábado, que ya había provocado caídas de árboles y postes.
Los principales focos de anegamientos se registraron en San Isidro, San Fernando, Tigre, Avellaneda y Quilmes. Bomberos voluntarios y agentes de Defensa Civil llevaron a cabo operativos de evacuación para trasladar a varias familias a lugares seguros. Aunque las aguas comenzaron a descender en la mañana de este martes, especialmente en la zona norte, algunas familias aún no podían regresar a sus hogares.
En la Ciudad de Buenos Aires, varios puntos quedaron inundados durante la madrugada, afectando áreas como el predio del Hipódromo de Buenos Aires. El Servicio de Hidrografía Naval había anticipado que el nivel de la crecida, considerada una de las más significativas de los últimos años, superaría los 3,50 metros en lugares como San Fernando, La Plata y el puerto de Buenos Aires. La situación generó preocupación y movilización de los equipos de emergencia para asistir a los afectados y coordinar las evacuaciones necesarias.
El AMBA enfrenta así un complejo escenario climático que demanda una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades y los organismos de rescate, mientras la población busca superar los desafíos impuestos por la sudestada.
