Se estima que en las próximas semanas bajaría el precio de la papa
Por Gabriel Rodriguez
Comerciantes confían que en las próximas semanas su valor disminuiría un 30%. El kilo hoy cuesta $80.
La papa es uno de los alimentos más consumidos por los puntanos en la mayoría de las épocas del año. Algunos las prefieren fritas o hervidas, otros en ensaladas, purés o guisos. El producto no ha quedado fuera del juego de la inflación. En mayo, su valor se duplicó. Pero comerciantes del rubro afirman que para las próximas semanas su precio tendrá una baja de casi un 30%, lo que significa un alivio para los bolsillos de los vecinos.
Para graficar, a inicios de mayo costaba $40 el kilo. Ya para la primera semana de junio llegó a $80, el doble de su valor.
Aseveran que esa fluctuación excesiva obedeció a las grandes inundaciones que sufrieron los papicultores. “Como llovió no se podía cosechar, entonces subió abruptamente”, afirmó Mario Quiroga, empleado en una verdulería ubicada en avenida Lafinur.
En el mismo sentido, Franco Agüero, dueño de un local de la misma calle, describió que ya no hay tantos productores como antes. “Eso es lo que pasa con el tema de la papa. Cuesta que se ponga en valor lo que a los cultivadores les cuesta trabajo. Por las grandes inundaciones fue difícil conseguir a un buen precio. Ahora va a cambiar el panorama”, precisó.
Lo cierto es que dentro de las próximas semanas, el producto reducirá su costo en casi un 30%. Este fenómeno se debe a que los verduleros puntanos en verano compran en Mendoza; en invierno lo harán en Villa Dolores, localidad que se dedica al cultivo de este tubérculo.
“Actualmente termina la producción de papa de Mendoza y comienza en Villa Dolores. En ese medio, hay un impasse de poca elaboración, lo que hace que en esas fechas que la papa suba su precio. La verdura se maneja por oferta y demanda. Calculo que en quince o veinte días se va a normalizar la situación”, comentó Miguel López, propietario de un comercio puntano.
“Ya empezó la producción en Villa Dolores, pero todavía sale muy poco. Cuando empiece a pleno, se estabilizará un poco el panorama. Una papa de buena calidad al consumidor le tendría que quedar en alrededor de $50 el kilo, que sería lo normal”, agregó.
Agüero manifestó que actualmente ofrecen la papa a $80 el kilo, pero remarcó que disponen ofertas que dejan los 3 kilos a $200, por ejemplo. Subrayó que en abril se vendían 4 kilos por ese mismo valor. “La bolsa de 20 kilos la vendemos a $1.100 y antes la teníamos en $700. Esto va en relación a la oferta y la demanda. Pero en 10 días o menos bajará”, indicó.
En el caso de los pequeños comerciantes de almacenes, los aumentos que se produjeron en las verduras les significaron una baja en las ventas. Para Sebastián Sosa, propietario de un negocio ubicado en Mitre y Las Heras, las modificaciones fueron exageradas. “De un martes a un viernes de la misma semana, los precios treparon. Nosotros compramos dos veces por semana una bolsa de papa, que pagamos a $1.150. En principio, nos salía $790, después pasó a $900. Al kilo lo tenemos que vender a $90 y antes lo teníamos en $60. Es muy grande la diferencia. Todavía no tenemos noticias sobre bajas”, argumentó.
Pese a los incrementos en las verduras, los vecinos compran de la misma forma. “Comparado con un poco de carne, un kilo de papas rinde para darles de comer a tres niños. Es un alimento que se consume siempre. Las ventas de tomate y lechuga sí bajaron, pero también se debe a la temporada”, dijo Agüero.
“Los clientes se quejan de los precios, pero siempre va a ser más barato que comer carne. Los sueldos no alcanzan, es entendible. Está complicado porque la gente no tiene plata”, añadió.
Otro alimento que sufrió las inclemencias de la inflación fue la cebolla. “Ahora subió. Una bolsa estaba en $700 y $800 pesos; ahora está en $1.200. El kilo llega a $80. Con la cebolla pasa otra cosa, a la producción la llevan a Paraguay, Brasil. Les conviene comprar la verdura acá que cultivar ellos”, advirtió López.
Desde la perspectiva de los consumidores, las variaciones de la economía implican, muchas veces, tener que adquirir menos cantidad de artículos o elegir qué llevar. María José Arce, vecina de la ciudad, expresó: “Ha aumentado todo. Yo compro cada quince días y tengo algunas cosas, pero ahora debo volver a comprar, sobre todo papa, que comemos mucho en esta época. Esperamos que baje en estos días”.