Por Gabriel Rodriguez
Bajo el foco de la polémica, el ex presidente argentino, Alberto Fernández, emprende un viaje a México donde está programado que imparta conferencias en instituciones educativas. Este desplazamiento ocurre mientras enfrenta acusaciones por presunta corrupción relacionada con la contratación irregular de seguros para la administración pública durante su mandato.
La semana pasada, Fernández fue imputado en relación con la presunta participación en un esquema de contratación de seguros del Banco Nación a través de un gestor privado, esposo de una de sus secretarias. La denuncia sugiere que un intermediario, identificado como Pablo Torres García, habría recibido una comisión significativamente mayor a la del mercado.
La trama también implica a otro bróker, Héctor Martínez Sosa, quien está casado con una secretaria del ex presidente, María Cantero. Esta conexión familiar agrega complejidad a las acusaciones de presunta corrupción.
La controversia se intensificó aún más hoy, cuando el Gobierno presentó una denuncia penal contra los responsables de la gestión de ANSES durante el gobierno de Fernández. Según el vocero presidencial, Manuel Adorni, la acción legal responde a «irregularidades detectadas en virtud de los seguros y préstamos que se otorgaban a los jubilados». El mandato de Fernández se ve ahora empañado por las sombras de las acusaciones, arrojando dudas sobre su legado y desencadenando un debate acalorado en la escena política argentina.
