Por Gabriel Rodríguez
Solo se deben arrojar desechos domiciliarios. Los escombros o restos de poda dañan los contenedores.
El Municipio distribuye 286 contenedores de basura en la ciudad y dispone de un servicio para el acopio que opera diariamente. Sin embargo, muchas veces las acciones se ven afectadas por el mal uso de los containers. Afirman que tienen que remover entre 10 y 15 equipos por semana para reparar.
“El grupo de trabajo opera de lunes a lunes en horario nocturno, para no dificultar el tránsito. No para nunca, está activo todo el año. Se trata de gente muy responsable con las tareas que se tienen que ejercer. Les pedimos a los vecinos que ayuden en este sentido y tomen conciencia del cuidado de los contenedores”, expresó el director de Recolección de Residuos de la ciudad, Miguel Ángel Domínguez.
De acuerdo a lo que graficó, en estos espacios especiales se deben arrojar únicamente residuos domiciliarios. No están hechos para escombros, restos de poda, ramas, árboles ni ningún elemento que por su peso o tamaño pueda provocar averías.
Los containers soportan una determinada cantidad de kilos. Si superan el límite pueden romperse y eso causa, en principio, dos problemas: por un lado, la Comuna tiene que proceder a las reparaciones correspondientes, pero, por otra parte, se dilata el retiro de los desechos, ya que como los camiones no pueden levantarlos, los dejan en su lugar y el personal debe ir posteriormente a liberar los espacios manualmente.
Otra problemática que se despierta frente al mal uso tiene que ver con los vehículos. Los rodados que levantan los contenedores tienen un sistema automatizado con una suerte de brazos que levantan los equipos y arrojan la basura dentro del camión.
En la parte interna, la mecánica está compuesta por una serie de cilindros que accionan para el tratamiento de los residuos. Se trata de una prensa que solo está preparada para los residuos domiciliarios. Puede pasar que los tachos no estén sobrecargados, pero que contengan algún tipo de basura que cause daños. Así, el camión podrá levantar los contenedores por defecto y una vez que deposite los desechos en su interior, el sistema mecanizado se puede obstruir.
“Hay que cuidar esto de sobremanera, porque los repuestos son muy caros. No solo se dañan los equipos, sino que en realidad se afecta al servicio. El camión solo levanta entre 400 y 600 kilos, tiene una capacidad determinada”, apuntó Domínguez.
Muchas veces el buen uso no solo radica en evitar la sobrecarga. También se trata de evitar el depósito de animales muertos o residuos que pueden determinar alguna cuestión sanitaria. De esta manera, un servicio plenamente eficiente no solo está determinado por los recursos técnicos y humanos que pueda disponer la ciudad, también se trata de las buenas acciones de los usuarios.
