Los grupos de Whatsapp de las madres: ¿enemigos de la autonomía de los chicos?
Ellas, abarcan todo. Se encargan de los deberes y la organización del material, restando la responsabilidad y la autonomía personal de sus hijos. Y lo normal es que también formen parte, como mínimo, de dos grupos: el general de la clase y el particular o más privado, integrado por las mamás más afines.
Por María Fernanda Carabelli – Periodista
La actividad arranca a temprano y es probable, que siga hasta la medianoche. Todas escriben. Las madres, son las que preguntan, contestan, critican, piden y organizan.
– Buen día chicas, ¡qué frío! Yo mandé a Joaquín con polera. Ustedes también?
– ¿Me pasan lo que hicieron en Naturales, que Sofy no llegó a copiar?
– Walter ¡sacá el pollo del freezer! Llego tarde de Pilates hoy.
Al rato…
– uy disculpen chicas me equivoqué jaja, era para mi marido.
– La seño dice que el lunes tienen prueba de Sociales.
– Está loca ¡los llena de tareas!
– Mateo perdió el cuadernillo de matemática, ¿me pasan fotos de los problemas?
Ellas, abarcan todo. Se encargan de los deberes y la organización del material, restando la responsabilidad y la autonomía personal de sus hijos. Y lo normal es que también formen parte, como mínimo, de dos grupos: el general de la clase y el particular o más privado, integrado por las mamás más afines.
Pero estos grupos, se han convertido, también, en una herramienta para cuestionar el trabajo de los docentes, criticar a otras madres, y estigmatizar compañeritos.
Por otra parte, los expertos cuestionan seriamente la «sobreprotección» que las madres ejercen sobre los chicos, invadiendo las tareas que deben hacer ellos. «En su afán de proteger a los niños propician que estos no aprendan a desenvolverse por sí mismos y a madurar adecuadamente», considera la psicóloga Carmen Bermejo Romero.
«El rol sobreprotector, de ‘gallina que cuida a sus pollitos’, junto con la facilidad para acceder a los mensajes de whatsapp lleva a esto», añade la experta. Si a través de sus grupos las mamás se ocupan de organizar los deberes, tener al día el material, saber cuándo es el examen y qué materia entra o cómo hay que ir vestido a la excursión… ¿qué espacio les queda a sus hijos?
Hay gente que huye de esto, pero “permite dimensionar los problemas escolares, sobre todo cuando no somos como nuestras madres, no podemos ir todos los días a la puerta del colegio y enterarnos de cómo ha ido el día», cuenta Laura, madre trabajadora de dos niñas en edad escolar. Laura, junto a otras cuatro mamás, comparte grupo y preocupaciones. Todas admiten que «es verdad que se sobreprotege», Y reconoce que a veces hay conflictos porque «los mensajes se malinterpretan». Y otras veces, estos grupos se convierten en escenario de peleas lamentables.
Para Laura, a pesar de que «se están perdiendo muchas cosas», estos grupos vienen bien, por ejemplo, «cuando hay un problema con los niños, peleas o algo similar». «Te sirve como madre para medir la gravedad, contrastar y dimensionar el problema», añade.
Las virtudes que resaltan las madres son duramente censuradas por los psicólogos. «Los problemas de los niños deben quedarse en la esfera de los niños. Las madres no deben ni resolver ni preguntar ni contrastar», dice Silvia Álava.
El niño tiene que ser responsable de su tiempo, de su estudio y de los deberes que se tienen o no se tienen que hacer. ¿Cuándo vayan a la Universidad qué va a pasar si no son capaces de organizar su propia agenda?
El niño tiene que ganar en libertad, que va unido a la responsabilidad. Los expertos apuntan a que los padres deben comunicarse, pero lo justo y necesario.
Hay que tener claro que no es el canal de comunicación ni debe serlo. El grupo es bueno para escuchar, pero luego cada uno tiene su individualidad y su forma de conducta.
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