29 marzo, 2024

Liberan a 62 ocupantes de un avión secuestrado de EgyptAir

Un avión de la compañía egipcia EgyptAir con 55 pasajeros a bordo y 7 tripulantes, fue secuestrado hoy cuando realizaba un vuelo doméstico y desviado hacia la ciudad portuaria de Lárnaka, Chipre, donde tras horas de negociación lograron la liberación de todos los rehenes.

Un avión de la compañía egipcia EgyptAir con 55 pasajeros a bordo fue secuestrado hoy cuando realizaba un vuelo doméstico y desviado hacia la ciudad portuaria de Lárnaka, Chipre, donde tras horas de negociación lograron sin derramamiento de sangre la entrega del secuestrador y la liberación de todos los rehenes.

El secuestrador, identificado como el egipcio Seif Eldin Mustafa y que había abandonado Chipre en 1994, dejó primero en libertad a los 55 pasajeros y horas después a los 7 tripulantes, antes de salir del avión con las manos en alto, informó la agencia de noticias EFE.

En principio y como resultado de las negociaciones mantenidas con el secuestrador, casi todos los pasajeros fueron liberados, salvo el piloto, el copiloto, una azafata, un agente de seguridad y tres de los viajeros, informó en su momento el ministro egipcio de Aviación Civil, Sherif Fathy Atiya.

En esas primeras imágenes transmitidas por la televisión chipriota, se podía ver que decenas de personas bajaron por una escalerilla desde la puerta delantera de la nave.

Los pasajeros, que llevaron consigo parte de su equipaje, fueron trasladados en un autobús al edificio del aeropuerto. Entre los viajeros se encontraban 21 extranjeros: ocho estadounidenses, cuatro holandeses, cuatro británicos, dos belgas, un francés, un sirio y un italiano, informó la agencia de noticias DPA.

Las informaciones de los medios de comunicación chipriotas fueron confusas y aún no quedaron en claro, ya que en principio se dijo que el secuestrador amenazó a los comandantes del vuelo con un chaleco explosivo.

Sin embargo, el presidente de Chipre, Nikos Anastasiades, aseguró en la televisión local que no se trata de un acto terrorista y fuentes policiales citadas por la emisora estatal dijeron que todo indica que el hombre -aparentemente desequilibrado- actuó por motivos personales.

Posteriormente, las autoridades chipriotas confirmaron oficialmente que el cinturón de explosivos que llevaba el secuestrador «era falso» y así se lo comunicaron al Ministerio de Aviación Civil de Egipto, que dio a conocer la información a la agencia de noticias Europa Press.

También la identidad del secuestrador fue producto de una gran confusión, ya que en principio el portavoz del Gobierno egipcio, Hosam al Qawish, dijo que se trataba de Ibrahim Samaha, pero luego debió aclarar que éste era un “simple pasajero” y pidió disculpas por esta vinculación errónea.

En primer lugar, el secuestrador exigió a la Policía que entregaran a su ex mujer, que vive en Lárnaka, una carta escrita en árabe que había tirado por una ventanilla del avión.

La emisora estatal chipriota RIK informó que la policía tradujo esa carta y que en ella el secuestrador exigía asilo en Europa.

Sin embargo, horas después la policía confirmó que además exigía la puesta en libertad de varias mujeres encarceladas en Egipto.

El director general del Ministerio de Asuntos Exteriores, Alexandros Zinon, describió a Mustafa como una persona «psicológicamente inestable» y señaló que la policía había buscado todo el tiempo una solución negociada al secuestro.

Poco después de la exigencia del secuestrador, su ex mujer, residente en Lárnaka, llegó a la estación aérea transportada por fuerzas de seguridad, aunque no trascendieron detalles sobre un contacto o no con su ex esposo.

El vuelo 181 de EgiptAir había partido en la mañana de hoy de la ciudad de Alejandría, en el norte de Egipto, con destino a la capital, El Cairo.

De acuerdo con RIK, los pilotos tomaron contacto con los controladores aéreos de Lárnaka y pidieron permiso para aterrizar debido a un secuestro.

El aparato, un Airbus 320, aterrizó a las 8.46 hora local (3,46 en la madrugada Argentina) en Lárnaka, cuyo aeropuerto fue cerrado inmediatamente y todos los vuelos con destino a Chipre fueron desviados hacia el aeropuerto de Pafos, en el oeste de la isla mediterránea.

La seguridad aérea en Egipto quedó en entredicho el pasado mes de octubre, después de que explotara una bomba en un avión comercial ruso que volaba del balneario de Sharm el Sheij a San Petersburgo.

Las 224 personas que estaban a bordo de la nave, que cayó en la península del Sinaí, fallecieron. El atentado fue reivindicado por la milicia terrorista Estado Islámico.