12 junio, 2025

León XIV homenajeó a Francisco: “Nos enseñó a escuchar el doble grito de la tierra y de los pobres”

En su primer Regina Coeli desde el Palacio Apostólico, el papa León XIV destacó la vigencia de Laudato si’, a 10 años de su publicación. Recordó el legado de Francisco y llamó a seguir el compromiso con la justicia social y ambiental. También pidió orar por la paz en el mundo y acompañó a los católicos de China.

Por María Cruz*

 

 

Regina Coeli histórico: León XIV honra el legado de Francisco y renueva el llamado a cuidar la Casa Común
Este domingo 25 de mayo, el papa León XIV rezó por primera vez el Regina Coeli desde el estudio del Palacio Apostólico, en una ceremonia cargada de significado espiritual y político. El Pontífice dedicó parte de su mensaje a conmemorar el décimo aniversario de la encíclica Laudato si’, firmada por su predecesor Francisco, a quien elogió por “enseñarnos a escuchar el doble grito de la tierra y de los pobres”.

La oración mariana fue entonada por el cardenal Robert Francis Prevost, quien repite el gesto ya visto en anteriores celebraciones del actual pontificado. León XIV resaltó el compromiso del Movimiento Laudato Si’ y de todas las personas que actúan en favor del medioambiente, subrayando la necesidad de continuar el camino marcado por Francisco en materia ecológica y social.

Durante su intervención, el Papa también evocó la beatificación de Stanisław Streich, sacerdote polaco asesinado en 1938 por su defensa de los trabajadores. Pidió que su ejemplo inspire a los sacerdotes actuales a entregarse sin reservas por el Evangelio. Asimismo, recordó a los católicos chinos, en el marco de la Jornada de Oración por la Iglesia en China, y elevó plegarias por los pueblos que sufren las consecuencias de la guerra, destacando la importancia del diálogo y la búsqueda de la paz.

Antes del rezo, el Pontífice agradeció las muestras de afecto recibidas y animó a los fieles a sostenerlo con oraciones. En su reflexión dominical, insistió en la guía del Espíritu Santo como motor del nuevo pontificado y recordó que la presencia de Dios se revela especialmente en los pobres, los pequeños y los que sufren. “Nuestra vida se convierte en templo de Dios”, afirmó, “si dejamos que su amor nos transforme”.

Con un tono cercano y pastoral, León XIV cerró su mensaje pidiendo a los cristianos vivir con alegría, ser compasivos y ver en cada persona el rostro de Dios.