Por Gabriel Rodriguez
Será una instancia clave para la reflexión, que permitirá proyecciones, lineamientos y acciones en la Iglesia argentina.
Sacerdotes y laicos trabajan activamente en la organización.
En un video, el obispo auxiliar de Buenos Aires, Alejandro Giorgi, el obispo de Cafayate, Darío Rubén Quintana, el obispo de Neuquén, Fernando Martín Croxatto, y el obispo de Santiago del Estero, Vicente Bokalic, convocaron al VI Congreso Misionero Nacional, que se realizará del 13 al 15 de octubre en San Luis. La propuesta, que lleva el lema “Argentina, con la fuerza del Espíritu, testigos de Cristo”, refleja la integración de la diócesis al país y promete instancias enriquecedoras a partir de la fe y el encuentro en comunidad. La iniciativa se plasmará como un ámbito de preparación para el sexto Congreso Americano Misionero, que se desarrollará en noviembre del año que viene, en Puerto Rico.
“La Iglesia es por naturaleza misionera, existe para evangelizar y desde nuestro bautismo, el Espíritu Santo nos envía incesantemente, nos impulsa a encontrarnos y salir hacia las periferias geográficas y existenciales. Aquí, allá y más allá de las fronteras al encuentro de los hermanos. Esta misión, la misión de Jesús, es nuestra y es hoy. Es precisamente este movimiento de salida que nos convoca a un nuevo Congreso y lo hace con la fuerza del Espíritu, el mismo que impulsaba a los apóstoles en las primeras misiones”, manifestó en diálogo con El Diario el director diocesano de Obras Misionales Pontificias y miembro de la Comisión Organizadora del Congreso Claudio Navarro.
De acuerdo a lo que comentó, el obispo Gabriel Barba recibió con mucha alegría la noticia de la elección de San Luis como sede y conformó un equipo integrado por sacerdotes y laicos. Desde febrero arrancaron con los preparativos. En el plano espiritual, se unieron a todo el país para rezar la oración del Congreso, escrita por el Papa Francisco. En lo organizativo, se acciona en más de 15 comisiones de trabajo, liturgia, alojamiento, logística y alimentos, entre otros. Todo está encaminado para llegar con los requerimientos necesarios para recibir a los congresistas.
Durante los días del evento, se desarrollarán varias cuestiones: tres charlas formativas, trabajos en grupo, celebraciones eucarísticas, actividades para los más pequeños y los catequistas, etcétera. No faltará la participación de obispos, sacerdotes, religiosas, religiosos y laicos que conforman los equipos diocesanos de animación misionera.
“Cada vez que se realiza un evento o actividad eclesial lo primero que hacemos es poner todo en manos de Dios Padre, como hijos que creemos firmemente que sin Él nada podemos. Por eso ya hemos compartido con todos los que estamos involucrados y quienes se están preparando para participar la oración que fue escrita por el Papa. Es una oración bellísima que en una de sus partes dice: ‘Oh Dios, que derramas tu Espíritu Santo para renovar la faz de la Tierra, lastimada por la injusticia y el sufrimiento, danos fortaleza para caminar, como pueblo de Dios… hacia el próximo Congreso Misionero Nacional, testimoniando juntos el amor que vence al mundo’”, precisó Roxana Camargo, quien integra el equipo organizador.
Según especificó, cada tres o cuatro años los misioneros del país, entre ellos laicos, religiosos, sacerdotes y obispos, se reúnen para revitalizar el espíritu misionero de toda la Iglesia de Argentina. La última convocatoria se desarrolló en Neuquén, en 2017. Por la pandemia, se fue postergando. De ahí que hay amplias expectativas de quienes desean volver a participar de los espacios extraordinarios para compartir experiencias, orar y soñar nuevos proyectos.
“Para la Iglesia de San Luis implica un desafío para trabajar en comunión, para comprometernos a participar en diferentes áreas, para tomar conciencia del llamado de Jesús a ser discípulos misioneros; debemos anunciar su amor a todos los hombres y hacer realidad una Iglesia más fraterna, ya que estaremos cara a cara con tantos misioneros de distintas regiones. Será una oportunidad para resaltar las virtudes de acogida, cercanía, solidaridad y amistad que caracteriza a todo habitante de esta tierra puntana”, indicó Camargo.
Así, la provincia será parte de una instancia en la que se propiciará la reflexión desde el encuentro, procurando intercambiar información, presentar avances acerca de la vida y situación de la Iglesia. “También desde la instancia de diálogo y debate, ofrecer nuevos lineamientos, generar nuevos compromisos y acciones pastorales”, referenció Navarro.
Será sin dudas un momento histórico para los sanluiseños y desde la fe, significará la renovación de todas las estructuras diocesanas con la pasión por el anuncio del evangelio de Cristo. “Tenemos la certeza de que será un nuevo Pentecostés, donde volvamos a experimentar el fuego, ardiente, abrasador; y el viento, invisible, potente, produciendo una nueva primavera misionera, con discípulos de corazones fervientes”, aseguró.
