La justicia no había hallado indicios del maltrato denunciado por las maestras del nene encadenado
La justicia de San Luis salió hoy al cruce a las críticas por falta de respuestas a dos denuncias formuladas por maestras del nene de 7 años al que sus padres encerraban encadenado, porque en uno de los casos «no se habían hallado indicios de maltratos hacia el menor» y en el otro «nunca fue tramitada en ningún juzgado».
En un comunicado, el Superior Tribunal de Justicia (STJ) se refirió a la denuncia de Laura Torres, docente de una escuela a la que asistió el niño el pasado y la primera en detectar que sufría violencia infantil, situación que informó a la directora para que intervenga el fuero de Familia y Menores.
Esa denuncia fue formalizada el día 3 de junio de 2015 y dio inicio al expediente 9446/15, que se tramitó ante el juzgado a cargo de Estela Bustos.
Pero los informes realizados en esa ocasión por médicos y psicológicos del Cuerpo Profesional Forense del juzgado «no revelaron que hubiera signos de maltrato psicofísico en el menor», señaló el STJ.
No obstante, prosigue el texto, la jueza ordenó comunicar ese resultado a la directora de la Escuela 313 «Rosario Mercedes Simón» y le encomendó realizar un seguimiento sobre la situación del nene.
El STJ indicó que ese oficio «no sólo no fue contestado, sino que tampoco se informó por parte de la referida institución la situación de traslado del menor a otro establecimiento educativo», la Escuela 172 «Provincia de Misiones», donde también advirtieron que era maltratado
La «comunicación realizada» por esa escuela «mediante el formulario al que se accede a través del icono ‘Violencia Escolar’ de la página web del Ministerio de Educación de San Luis, por razones que se investigan, nunca llegó a conocimiento de ningún juzgado», reconoció el máximo órgano judicial de la provincia.
El sábado al nene lo encontraron solo y a oscuras, atado y encadenado a una silla, tras librarse de la mordaza que le habían puesto por lo que un vecino lo escuchó llorar y avisó a la policía, que lo liberó y luego detuvo a sus padres.
El niño se encuentra en un “buen estado anímico” y en custodia de una «familia solidaria» junto a sus dos hermanitas de 3 y 5 años, que no presentaban señales de maltrato, mientras los padres siguen detenidos acusados de «privación ilegítima de la libertad» y en seccionales diferentes al haber «intereses contrapuestos».
