Puntanos y turistas se congregan en torno al Cristo. Hay misas durante todo el día. Según los comerciantes, hay buenas ventas.
La devoción por el Cristo de la Quebrada es inconmensurable. Año tras año sus feligreses aumentan más y más. Muchos llegan para agradecer los milagros, otros para pedirle salud, trabajo, amor, protección, la casa propia, un hijo. Las manos de la gente, al deslizarse sobre el vidrio que separa al Santo de su gente, dan cuenta de ese vínculo interminable. No lo tocan, son caricias que dan cuenta de un sentir único, del reencuentro con el Santo protector y milagroso. El gesto se repitió por miles ayer, porque una multitud se adelantó al almanaque y ya disfruta de la fiesta religiosa más importante de la provincia.
Ya en la madrugada del sábado comenzaron a llegar feligreses de distintos puntos del país: tucumanos, mendocinos, sanjuaninos, cordobeses y bonaersenses coparon las playas de estacionamiento y, en familia, acampan en carpas, trailers y casillas rodantes. El clima acompañó a puntanos y turistas que viven la celebración como unas mini vacaciones. Reinaron temperaturas cálidas y no hicieron falta abrigos. Recién al caer la noche el otoño se hizo sentir.
En la faz cristiana, como ocurre desde hace un par de años, en el sector de la plaza y en las cuadras aledañas a la parroquia, rige una ‘Reserva Religiosa’ que impide que vendedores ambulantes lleguen a vender a esa zona y que por los alto parlantes suene música que no es acorde a lo estrictamente cristiano. El objetivo es respetar la intimidad del feligrés que accede a la iglesia a rezar, visitar al Santo Cristo, participar de las misas, subir el calvario o dejar alguna ofrenda al finalizar ese recorrido.
Durante la festividad habrá misas a partir de las 9, también a las 11, 17, 19 y 21.
Mañana, 1° de mayo, día de San José Obrero, se oficiarán misas por los trabajadores a las, 9, 11, 15, 17, 19 y 21.
El miércoles 2, día de Nuestra Señora de la Quebrada los horarios serán idénticos aunque la procesión será a las 12. Para el jueves 3 de mayo -día del Santo Cristo de la Quebrada- las ceremonias religiosas serán a las 7, 9 y a las 11. En tanto que a las 15:30 el obispo Pedro Martínez oficiará la misa (a las 20 será la última de la jornada) y la procesión será una hora después.
Una celebración adelantada
El calendario, en 2018, le hizo un guiño a la festividad del Cristo de la Quebrada porque el día no laborable de hoy y el feriado nacional de mañana permite que muchos fieles de otras provincias disfruten durante un día más su visita a San Luis. Para los puntanos, además del inicio de semana sin obligaciones laborales hay que sumarles el asueto administrativo para el 2 y 4 de mayo, que cierra una semana de descanso y alienta a vivir las festividades religiosas.
Por esos giros del almanaque, la celebración en Villa de la Quebrada se adelantó ya que los puestos comerciales comenzaron a instalarse el viernes. Ayer, al mediodía, no había más espacios disponibles.
«Estamos muy contentos y entusiasmados porque para nosotros la festividad ya comenzó. Los feriantes están todos trabajando desde hace un par de días y los devotos al Santo Cristo comenzaron a visitar nuestro pueblo ni bien arrancó el fin de semana. Ya llegó una multitud y esperamos más visitantes en los días venideros. Además, el clima acompaña y todo se desarrolla con mucha tranquilidad y armonía», señaló la intendenta de Villa de la Quebrada, Stella Maris Lobo.
«Hay mucha gente y nosotros los convocamos para que vengan a disfrutar. Queremos que quienes nos visiten se lleven la mejor imagen de nuestra localidad y vuelvan el año próximo», agregó.
En toda la localidad hay distribuidos 127 puestos que maneja la Comuna. Para que todo funcione sin sobresaltos hay muchos controles que dependen del Municipio. Cuenta con 28 inspectores bromatológicos, 20 de orden urbano (observan que los feriantes no muevan sus puestos a vías de escape para Policía, bomberos o ambulancias), 24 de reserva religiosa (cuidan que los vendedores ambulantes no accedan a la zona de la parroquia), inspectores generales (controlan energía eléctrica y cableado) y hay 300 personas disponibles para la limpieza del pueblo en tres turnos. «Reforzamos todos nuestros equipos de trabajo durante la festividad contratando gente de nuestro pueblo y de la zona», explicó Lobo.
Los comerciantes se mostraron satisfechos con el inicio de la actividad. Las ventas, al menos por ahora, son buenas. «Vine por primera vez. Somos de Bariloche, pero vivimos en Mendoza. Vendemos insumos para celulares como cargadores y adaptadores. Nos está yendo bien. Hay venta. Quiero agradecer a la gente de San Luis que nos permite trabajar y nos abrió las puertas para desarrollar nuestra actividad. En nombre de toda mi familia, gracias», expresó Martín Cañú junto a su hermano Marcos.
«La festividad comenzó con buen movimiento. La gente pasa y entra a almorzar o cenar. La fiesta se adelantó gracias a los feriados y al asueto provincial. Está llegando mucha gente y el clima acompaña. Ojalá todo siga así», contó Víctor Funes, uno de los propietarios y trabajadores del «Comedor Funes», -ubicado en la esquina de Di Pasquo y Sarmiento- uno de los restaurantes tradicionales que tiene la Villa en cada festividad. «Comenzaron mis abuelos, hace cincuenta años. Juan y Florencia. Siguieron mis padres, Eduardo y Gladys, y a la par de ellos ahora estamos nosotros», cuenta orgulloso Víctor mientras sirve milanesas, empanadas, locro y lomitos.
La fiesta del Cristo de la Quebrada arrancó con todo.
Fuente: El Diario de la República
