12 mayo, 2024

Idearon un taller de astronomía para ciegos

Buscan que quienes tienen una discapacidad visual puedan apreciar la dimensión y la riqueza de las galaxias. Desde hace muy poco, las personas ciegas que viven en Villa Mercedes tienen la posibilidad de tocar el universo con sus manos.

Por Gabriel Rodriguez

Buscan que quienes tienen una discapacidad visual puedan apreciar la dimensión y la riqueza de las galaxias.

Desde hace muy poco, las personas ciegas que viven en Villa Mercedes tienen la posibilidad de tocar el universo con sus manos. Dos profesores del Instituto de Formación Docente Continua (IFDC) idearon un taller de astronomía para que quienes no pueden ver el cielo, las estrellas, la luna o las imágenes satelitales de los planetas puedan apreciar su dimensión, su funcionamiento, su complejidad y su belleza a través del tacto.

Natalia Navarro Becerra es doctora en Biología, pero más allá de su formación específica siempre fue una apasionada de la divulgación de la ciencia. «Tengo un conocido que desde hace mucho tiempo está trabajando en la difusión de esta disciplina. Se llama Sebastián Musso y vive en Mar del Plata. Desde hace un año empezó a fabricar un kit táctil para dar estas clases. A mí me resultó muy interesante y le quise comprar uno, pero fue muy generoso y me lo dio sin costo», contó la mujer.

Ahí fue cuando recurrió a su compañero Víctor Jalid Funes, quien es auxiliar para personas con discapacidad visual y tiene experiencia en el acompañamiento de los no videntes. «He trabajado con muchos de ellos y nos pudimos contactar con algunos para invitarlos», sostuvo el profesor.

El kit pedagógico inicial consistía de una serie de piezas impresas en 3D. Algunas muestran a través de relieves las estructuras internas y externas de los astros, otras tienen grabadas las formas de las galaxias y hay bolas hechas a escala que permiten dimensionar los diferentes tamaños de los planetas. «Cuando tocan y se dan cuenta de lo chiquita que es la Tierra en relación al sol, realmente los sorprende lo pequeños que somos dentro del universo», dijo Navarro Becerra.

Los docentes no se conformaron con esos recursos, también agregaron otros confeccionados con sus propias manos. Natalia hizo con cartón y cartapesta las diferentes fases lunares, que ayudaron a que por primera vez algunos de los asistentes pudieran comprender qué es una luna llena. Víctor, por su parte, aprovechó sus conocimientos y desarrolló una serie de placas con información y explicaciones escritas en braille.

«El que es ciego de nacimiento, por lo general, no tiene ni idea de cómo son los planetas y ni siquiera se los puede imaginar, porque prácticamente no existen este tipo de actividades para ellos», señaló Funes. Su colega añadió: «Son cosas que tampoco han visto en la escuela, entonces les da curiosidad. Empiezan las preguntas y es muy interesante».

Las clases son bastante dinámicas y se dan a través de la conversación y el tacto. Sin embargo, en las primeras experiencias surgieron más desafíos para los instructores. «Algunos de ellos no conocen los colores, entonces pensamos de qué forma hacerles percibir o identificar más allá de las palabras», reconoció Natalia.

Por más que ambos realizan su trabajo en el IFDC, esta vez la propuesta educativa surgió como una iniciativa personal y totalmente altruista: no cobran nada y no obtienen ninguna otra recompensa que el agradecimiento de quienes concurren. Consiguieron que les presten un espacio en un bar llamado Punto Mytre para poder dar los talleres.

Víctor remarcó que son muy pocas las propuestas que hay en Villa Mercedes para las personas ciegas. Pero cuando se dan, también aparecen dificultades para que prosperen. «Dependen mucho de un acompañante. Entonces si no puede traerlos, no vienen. Porque salir a la calle es difícil para ellos porque la infraestructura de la ciudad no está preparada para que se puedan desenvolver solos», explicó.

El programa que idearon consta de tres encuentros y ya tuvieron dos. El sábado que viene, desde las 16 hasta las 17:30, se volverán a reunir para profundizar más conocimientos. Pero planean realizar otra versión del curso, al que se puedan sumar personas videntes que tengan curiosidad por atrapar, por un ratito, la grandeza del mundo entre sus dedos.

«Nos gustaría mucho hacerlo también en la ciudad de San Luis, por eso estamos buscando contactos con ciegos o con instituciones, para concertar los encuentros. Estamos abiertos a que se comuniquen con nosotros quienes deseen que llevemos estos talleres», dijeron.