Por Ale Pombo
La Policía y la Justicia intentaba determinar la identidad del cadáver perteneciente a un hombre de entre 50 y 60 años que fue encontrado el martes pasado a la vera del Riachuelo, en la localidad bonaerense de Avellaneda.
El hallazgo tuvo lugar en una zona de malezas y barro, situada cerca de la intersección de las calles Pellegrini y Espinoza.
El rescate del cuerpo estuvo a cargo de personal de la Prefectura Naval.
El cadáver tenía puesto un pantalón de jogging oscuro, remera gris, pullover oscuro y una zapatilla o bota marrón en uno de sus pies.
Los investigadores determinaron que había fallecido el mediodía del mismo martes. El cuerpo no tenía lesiones, por lo que la Unidad Funcional de Instrucción (UF) número 3 de Avellaneda, liderada por Solange Cáceres, inició un expediente para saber cuál es el motivo del fallecimiento.
El mismo será sometido a una autopsia en la morgue al que lo trasladaron en Lomas de Zamora.
Otro cadáver encontrado en Miramar
El mismo martes 28 de marzo, un caso similar conmocionó a la ciudad balnearia de Miramar, correspondiente al municipio bonaerense de General Alvarado, ya que encontraron un cadáver decapitado y desmembrado por la fauna marina y en estado de descomposición.
En ese caso, los primeros resultados de la autopsia arrojaron que era un hombre de entre 50 y 65 años, que medía 1,65 metros y no tenía signos de violencia. El procedimiento se realizó en la Morgue Judicial de Mar del Plata luego de la orden de la fiscal Ana María Caro.
Los peritos del Cuerpo Médico Forense de la Policía Científica prevén que el cuerpo permaneció en el agua entre tres y cuatro meses, y lejos de la costa, debido a las heridas que poseía, vinculadas a una fauna marina depredadora típica de aguas más profundas.
