9 mayo, 2024

Fiesta del Santo Cristo de la Quebrada, confluencia de cultura y fe

La celebración tiene al 3 de mayo, día del Cristo de la Quebrada, como punto central de un rito donde prácticas festivas y culturales muestran valores como la cohesión, la solidaridad y el comunitarismo.

El pequeño poblado de 523 habitantes de Villa de la Quebrada -según el censo de 2010- se ubica al pie del cerro Tinaja y se accede a través de la ruta nacional 146 o la provincial 3, camino obligado de las promesas que poblarán la pequeña villa con más de 200.000 visitantes que provienen de San Luis, Mendoza, San Juan y La Rioja, mayoritariamente.

La celebración tiene al 3 de mayo, día del Cristo de la Quebrada, como punto central de un rito donde prácticas festivas y culturales muestran valores como la cohesión, la solidaridad y el comunitarismo.

El promesante o el visitante ocasional pueden encontrar en las calles de la villa los típicos churros con dulce de leche, el clásico chivito con chifana y el locro criollo para quienes caminan durante la noche, además de copos de algodón de diversos colores y helados.

El ritual se celebra en torno de la plaza principal, con puestos de ropa, juguetes y marroquinera que activan el intercambio y la venta de artículos producidos para la ocasión con pequeñas inversiones.

No faltan los salones de bailantas nocturnas para distender el espíritu ni el comercio religioso de estampitas, rosarios y medallas que se incrustan en los pechos y en la puerta del Vía Crucis, una obra de 14 estaciones en tamaño natural realizadas por Nicolás Arrighini en Pietrasanta, Italia, e inaugurada el 3 de mayo de 1952.

La senda que trepa las estribaciones del Tinaja hasta los 320 metros de altura, con un recorrido total de 1.400 metros construido en mármol de Carrara, recrea el sacrificio de Jesús hasta su muerte y es testigo mudo de particulares calvarios modernos.

Ese camino convoca sacrificios físicos estremecedores: muchos fieles lo recorren caminando, pero quienes van a agradecer o a pedir un milagro suelen hacerlo de rodillas, descalzos o arrastrándose.

Con bebés a cuestas o ayudados por familiares, la penitencia depende del tamaño del milagro que se invoca y se conforma en una postal que refleja la relación entre lo humano y lo divino.

El próximo jueves la imagen sale de su capilla y recorre en procesión las calles de la pequeña villa, en la hora más importante de la fiesta.

En 2017 participaron de la fiesta 230.000 personas y, según fuentes gubernamentales y policiales, este año la convocatoria será mayor. Al igual que la festividad de San Cayetano, la del El Señor Cristo de la Quebrada es un termómetro de los vaivenes económicos del país.

La Policía afectó 400 agentes para un operativo de seguridad que incluye primeros auxilios y controles de tránsito en un pueblo donde durante tres días conviven ponis emperifollados para festejar al santo y fotografiar a los niños en su grupa a cambio de la moneda que la colectividad gitana, tradicionalmente, comparte entre los feriantes.