Los docentes de la Universidad Nacional de San Luis reiteraron su rechazo al control biométrico implementado en las facultades de la casa de estudios y los gremios que los nuclean convocaron desde el lunes 26 a que ningún profesor registre ni su horario de entrada o de salida o de eventuales ausencias del lugar.
El control biométrico es un sistema de lecturas de huellas dactilares que registra la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) para comprobar la presencia, ausencia o cumplimiento horario de sus docentes, pero el mismo fue rechazado desde el mismo momento en que fue anunciado el año pasado.
Este año, ya instalado el sistema y en funcionamiento, los gremios ADU (Asociación de Docentes Universitarios) y SIDIU (Sindicato de Investigadores Universitarios), que nuclean a la mayoría de los docentes de la Universidad Nacional de San Luis, han enfatizado su rechazo en asambleas al igual que en reuniones con las autoridades de la casa de altos estudios, pero la medida no fue modificada.
Ante esta situación, desde el lunes, la mayoría de los docentes universitarios puntanos no registrarán sus huellas dactilares para demostrar que están cumpliendo con sus horarios de trabajo.
Algunos de los argumentos del rechazo al control horario es que esta aplicación es apta para el control de los procesos de producción en fábricas no en los ámbitos educativos, y es propio de un tipo de trabajo que no es ni precisamente ni necesariamente el que se hace en la Universidad.