Por Gabriel Rodriguez
El ministro de Economía, Luis Caputo, afirmó que el dato de inflación de enero, que alcanzó el 20,6%, confirma un «sendero de desaceleración» que se viene observando desde mediados de diciembre. Caputo señaló que esta desaceleración es más rápida de lo previsto por el mercado, que había estimado tasas más elevadas para enero.
El Palacio de Hacienda argumenta que el número de enero aún refleja un «elevado arrastre estadístico de diciembre», debido al overhang monetario heredado y al sinceramiento de precios relativos en la primera semana de la actual administración. A pesar de estos factores, el traslado a precios de la devaluación de diciembre fue considerablemente menor al registrado en agosto del año anterior.
En comparación con la devaluación de agosto, donde la mejora en el tipo de cambio real fue consumida en menos de dos meses, entre diciembre y enero, la inflación fue del 51%, frente a una suba nominal del tipo de cambio de referencia del 129%. El Ministerio de Economía resalta que esta diferencia se produce a pesar del sinceramiento de precios controlados, como los combustibles y los productos de consumo masivo.
El programa del Ministerio de Economía busca mantener y profundizar este escenario de desinflación, utilizando anclas fiscales, monetarias y cambiarias, junto con la normalización en el comercio exterior. La estabilización macroeconómica, basada en el equilibrio financiero y el ajuste de precios relativos, es vista como una condición necesaria para que la economía argentina ingrese en un camino de crecimiento del salario real y generación de empleo de calidad.
