6 octubre, 2024

Clases en San Luis: Se presentó el protocolo para el regreso a la presencialidad

El Ministerio de Educación de San Luis emitió la resolución por la que aprueba el protocolo de vuelta a clases. Tal como confirmó la ministra Eugenia Cantaloube, prevé la modalidad presencial, una mayor flexibilidad para el tratamiento de contactos estrechos y el uso de tapabocas, entre otras medidas de cuidado.

Por Gabriel Rodríguez

El Ministerio de Educación de San Luis emitió la resolución por la que aprueba el protocolo de vuelta a clases. Tal como confirmó la ministra Eugenia Cantaloube, prevé la modalidad presencial, una mayor flexibilidad para el tratamiento de contactos estrechos y el uso de tapabocas, entre otras medidas de cuidado.

Bajo seis puntos, el protocolo describe cómo serán las clases a partir del próximo 2 de marzo. En primer lugar, describe la «asistencia cuidada». Esta detalla, en principio, que aquellos estudiantes, docentes o no docentes que presenten síntomas, sean compatibles o no con COVID-19, deberán aislarse. De no tratarse de la enfermedad pandémica y no persistir el malestar, podrán volver al aula tras 24 horas.

De ser un caso confirmado, la persona en cuestión hará un aislamiento de siete días más tres de cuidados especiales, si cuenta con el esquema de vacunación completo. En cambio, si lo tiene incompleto, el aislamiento es de 10 días desde la fecha del hisopado.

En cuanto a los contactos estrechos, es donde más cambios se observan. Y es que de ser asintomático, contar con el esquema completo en el caso de los menores de 18 años y con la dosis de refuerzo si se trata de mayores, la persona podrá seguir asistiendo a la escuela, solo manteniendo mayores cuidados respecto al distanciamiento social, la higiene de manos y el barbijo.

Este criterio se aplica también para los mayores de 18 años asintomáticos con esquema de vacunación completo o que hayan tenido COVID-19 en los últimos 90 días. En este caso, deberán mantener cuidados y además, hacerse un test al quinto día de contacto con el positivo.

En el caso de los asintomáticos sin vacunación o con el esquema incompleto, deberán aislarse por 10 días, que podrán reducirse a 7 si la persona se hace una prueba al séptimo día. Los tres días restantes deberán extremar cuidados. Pasado el período de aislamiento no será necesario presentar una prueba diagnóstica ni certificado médico alguno para reincorporarse.

Ante la aparición de un brote de coronavirus en el establecimiento, el protocolo marca que las autoridades deberán reforzar las medidas de prevención. Un punto aclara que los supuestos brotes serán investigados primero por el Ministerio de Educación ante por lo menos tres casos confirmados en una misma aula, en un período igual e inferior a siete días.

Algo que remarca el protocolo es que «la sospecha o confirmación de casos COVID-19, así como la sospecha o confirmación de un brote en el aula, no implican necesariamente el cierre del aula ni la interrupción de las clases presenciales».

Otro punto importante es la vacunación. Si bien recomiendan a la población inocularse, el Ministerio no exigirá pase sanitario a ningún miembro de la comunidad educativa.

Otra medida que se flexibiliza es la de los barbijos. Deberán usarse durante las clases por alumnos y docentes, pero no se les pedirá a los niños y niñas de nivel inicial ni aquellos con discapacidad que no puedan usarlo. Además, los estudiantes podrán sacárselo mientras realicen actividad física o coman, manteniendo la distancia social.

Los siguientes tres puntos, ventilación de ambientes, higiene y limpieza, y distancia, son casi las mismas directivas que se dieron durante toda la pandemia, con la excepción que en el último caso no detalla un distanciamiento específico y remarca que es una recomendación.