Por Alejo Pombo
El presidente argentino, Javier Milei, ha reafirmado su apoyo al ministro de Economía, Luis Caputo, en medio de crecientes presiones para devaluar el peso. En una reciente entrevista, Milei acusó a un alto funcionario del FMI y a un banco de liderar un operativo para desestabilizar el plan económico, supuestamente con la participación del exministro Sergio Massa.
Milei afirmó que hubo intentos de causar corridas cambiarias que fracasaron, utilizando un lenguaje inusual para un presidente. Subrayó su respaldo a Caputo, calificándolo como «el mejor ministro de Economía de la historia».
Economistas y asesores financieros coinciden en que el dólar está atrasado en Argentina, lo que ha llevado al Banco Central a dejar de acumular divisas. Críticos señalan que la devaluación de la moneda de $366 a $800 fue insuficiente y abogan por una nueva devaluación.
Fuentes cercanas al gobierno indican que Teddy Karagozian fue despedido por su rol en el Consejo de Asesores Económicos y su postura pro devaluación. Sectores como la industria petrolera y siderúrgica también favorecen una devaluación para reducir costos laborales.
Milei y Caputo aseguran que no habrá devaluación y que el control de la inflación y las cuentas públicas es prioritario. Caputo argumenta que anunciar la eliminación del cepo cambiario sería contraproducente, ya que exportadores e importadores alterarían sus operaciones en anticipación.
El Banco Central ha enfrentado una pérdida significativa de reservas y ha recomprado seguros sobre títulos públicos. La polémica sobre la transferencia de lingotes de oro al exterior ha sido aprovechada por el kirchnerismo para generar ruido. El jefe del gremio bancario y diputado nacional Sergio Palazzo presentó un pedido de informes para que el Banco Central brinde información sobre supuestos envíos de lingotes de oro al exterior. Caputo terminó reconociendo que era así, y los economistas alertaron que ese metal podría ser embargado por fondos buitres.
Consultoras y especialistas sugieren eliminar el dólar blend, lo que podría mejorar las reservas del Banco Central. Aun así, existen dudas sobre el futuro de este esquema a partir de agosto.
La depreciación mensual del peso del 2% es considerada insostenible por analistas, aunque el equipo económico confía en que la inflación se mantendrá bajo control. La brecha cambiaria sigue siendo un problema significativo, impidiendo la unificación cambiaria.
El Gobierno mantiene su enfoque en controlar la inflación, lo que ha mejorado la percepción pública de Milei. Sin embargo, cualquier consenso en el mercado sobre la insostenibilidad del crawling peg podría afectar negativamente los precios.
Expertos advierten que el canje de pases por Letras de Regulación Monetaria podría llevar a un mayor retraso cambiario y aumentar la deuda con importadores. La falta de divisas sigue siendo un problema central, según economistas heterodoxos.
El Gobierno atribuye las críticas a maniobras especulativas de la oposición y destaca la importancia del superávit fiscal para evitar la desestabilización del programa económico.