3 diciembre, 2025

Jura convertida en cancha: Cánticos, abucheos y gestos cruzados en Diputados con Milei como protagonista

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La Cámara de Diputados vivió una de las sesiones preparatorias más tensas del año, marcada por cánticos cruzados, abucheos y gestos provocadores. La presencia del presidente Javier Milei desde el palco generó una dinámica de hinchadas dentro del recinto. Las juras de legisladores estuvieron atravesadas por consignas políticas, discusiones y episodios de fuerte confrontación entre oficialismo y oposición.

Por Alejo Pombo

La Cámara de Diputados se transformó este martes en un escenario de alta tensión política durante la sesión preparatoria en la que juraron los legisladores electos. La presencia del presidente Javier Milei en el palco principal, acompañado por su hermana Karina Milei y el jefe de Gabinete Manuel Adorni, generó una dinámica inusual: el recinto se convirtió en un duelo de hinchadas, con cánticos, abucheos y gestos cruzados entre el oficialismo y la oposición.

La entrada de Milei fue recibida con una ovación por parte de los diputados y militantes libertarios ubicados en las galerías. En paralelo, también hubo aplausos para la senadora electa Patricia Bullrich, quien ocupará un rol clave en la estrategia parlamentaria del oficialismo.

El clima se tensó temprano. El diputado de Unión por la Patria y ex combatiente de Malvinas, Aldo Leiva, alzó la vista hacia Milei y lanzó la consigna “la Patria no se vende”, lo que provocó una inmediata respuesta de la bancada oficialista al grito de “Presidente, presidente”. Milei replicó con gestos de arenga hacia sus seguidores.

Desde ese momento, los cánticos se superpusieron: kirchnerismo e izquierda entonaron “la Patria no se vende”, mientras que los libertarios respondieron con “Libertad” y “la casta no se vende”, una de las consignas emblemáticas del oficialismo.

El cruce se profundizó cuando juraron los diputados del Frente de Izquierda Nicolás del Caño y Romina del Plá, quienes llevaron carteles contra la invasión a Venezuela y contra la reforma laboral. Ambos fueron silbados durante sus discursos, e incluso se registró un intercambio verbal entre Del Caño y la diputada oficialista Lilia Lemoine.

El clima también fue hostil para los diputados de Unión por la Patria que juraron “por la libertad de Cristina”. Cada vez que un legislador mencionaba a la ex presidenta, hoy con prisión domiciliaria, se escuchaban abucheos desde el sector libertario. Lo mismo ocurrió cuando varios diputados del kirchnerismo juraron por los “30 mil detenidos-desaparecidos”, lo que generó nuevas reprobaciones.

En el oficialismo también hubo momentos de exposición. El diputado de La Libertad Avanza Álvaro Martínez reclamó a la presidencia de la sesión cumplir las formalidades y limitar los discursos de jura. Sin embargo, ese criterio se desdibujó cuando el diputado electo Luis Petri realizó un extenso juramento en el que invocó a la Virgen del Ejército de los Andes, gesto que fue celebrado por su sector.

Uno de los episodios más comentados tuvo como protagonista al dirigente del Frente Patria Grande Juan Grabois. Al ser llamado para jurar, giró hacia Milei y realizó un gesto con la mano izquierda que fue interpretado por algunos como un saludo nazi. Fuentes cercanas al dirigente aclararon que se trató del saludo de resistencia popularizado por el personaje Katniss Everdeen en la saga “Los Juegos del Hambre”. Grabois completó la escena con los dedos en V del peronismo y un gesto hacia la diputada Juliana Santillán aludiendo a acusaciones sobre consumo de drogas.

La sesión también dejó imágenes atípicas. La diputada libertaria Virginia Gallardo juró vestida de blanco con su hija en brazos, mientras que Patricia Holzman, también de La Libertad Avanza, optó por “prometer” —y no jurar— sobre la Torá, en sintonía con la tradición hebrea. Del lado opositor, el diputado electo Juan Carlos Molina, sacerdote y referente social, juró con vestimenta religiosa y mencionó a comunidades vulnerables del norte argentino, al Papa Francisco y a organismos de derechos humanos.

La jornada combinó consignas políticas, expresiones identitarias y tensiones entre bancadas, dejando una de las sesiones de jura más intensas de los últimos años en la Cámara baja.

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