Por Alejo Pombo
Fabiola Yañez, ex primera dama de Argentina, fue aceptada como querellante en la causa que inició contra el expresidente Alberto Fernández por violencia de género.
Hoy, desde Madrid, donde reside actualmente, Yañez declarará ante el fiscal Ramiro González mediante la plataforma Zoom, en lo que marca un nuevo avance en la investigación.
La denuncia, ratificada por Yañez a través de un escrito presentado este lunes ante la Justicia, detalla que los episodios de violencia comenzaron en 2016, incluyendo tanto agresiones físicas como abuso de autoridad. El documento, firmado por Yañez y su abogada Mariana Gallego, cuenta con cerca de 20 páginas que profundizan en las acusaciones, incluyendo lesiones y hostigamiento.
El escrito fue presentado en el consulado argentino en Madrid y enviado virtualmente al juez federal Julián Ercolini y al fiscal González. En él, Yañez describe el comportamiento violento de Fernández como una «habitualidad» que le ha dejado «indudables secuelas de carácter psicológico». Además, denuncia que el exmandatario la abofeteaba a diario y la sometía a violencia verbal.
Este martes, Yañez oficializará también a Gallego como su nueva abogada defensora. La declaración de Yañez se produce tras haber expresado públicamente en una entrevista que durante dos meses Fernández la amenazó con suicidarse si ella tomaba determinadas acciones, lo que según sus palabras, constituye un delito.
Mientras tanto, Alberto Fernández permanece en su departamento en Puerto Madero y ha designado a la abogada Silvina Carreira para su defensa.
Según el escrito presentado por Yañez, el jefe de la Unidad Médica Presidencial, Federico Saavedra, estaba al tanto de las agresiones, acusándolo de haber ocultado una de las agresiones cuando el hijo de ambos, Francisco, aún no había nacido.
La ex primera dama también menciona en su declaración a la histórica secretaria presidencial, María Cantero, y a la exministra de Mujeres, Género y Diversidad, Ayelén Mazzina, quienes según Yañez estaban al tanto de los ataques. Yañez asegura que Mazzina le ofreció apoyo pero no tomó ninguna acción concreta, lo que para ella significó una burla a su situación.
Además, en su declaración, Yañez revela que en 2016 Fernández la presionó para practicarse un aborto, en lo que describe como otra forma de la violencia que sufrió.
La causa continúa en desarrollo, con la expectativa de que la declaración de Yañez y las pruebas aportadas arrojen más luz sobre las acusaciones.