Liberan al policía que mató al ladrón en el centro de San Luis
La jueza Virginia Palacios liberó al policía Sergio Adrián Herrera, que el 30 de mayo pasado mató por la espalda a un hombre que, junto a un cómplice que logró escapar en moto, acababa de robar los celulares a tres jóvenes que caminaban por el centro de la capital puntana, informaron fuentes judiciales.
La jueza Virginia Palacios liberó al policía Sergio Adrián Herrera, que el 30 de mayo pasado mató por la espalda a un hombre que, junto a un cómplice que logró escapar en moto, acababa de robar los celulares a tres jóvenes que caminaban por el centro de la capital puntana, informaron fuentes judiciales.
Palacios liberó al policía luego de atenuar la carátula de la causa y considerar que se trató de un «homicidio con exceso en la legítima defensa».
La magistrada excarceló al policía, quien ahora deberá ir todos los meses, del 1 al 10 de cada mes, a firmar el libro de procesados.
El policía fue liberado tras permanecer alojado en la celda de una comisaría por nueve días por el crimen de Leandro Vega.
La jueza Palacios afirmó hoy haber valorado los testimonios de los tres asaltados y el de un testigo que se encontraba trabajando en una estación de servicio próxima al lugar, quien logró ver cuando Vega cayó herido de muerte y quien manejaba la moto, logró huir herido del lugar.
Palacios aclaró que, si bien Herrera “no hizo uso de su derecho a declarar debido al estado de shock en el que aún se encuentra, estaba dentro de la facultades de su defensa pedir la interrupción de la prórroga alegando el estado psicológico del detenido que lo llevó, inclusive, a estar hospitalizado por unas horas”.
La jueza afirmó que la declaración de los jóvenes asaltados por Vega “fueron concordantes y coherentes, salvo detalles debido por el nerviosismo propio de la situación”, y que de esos testimonios surge que “no existió corte entre el arremetimiento, los disparos contra las tres personas, la intervención de Herrera anunciándose como policía y el intercambio de disparos”.
“Es decir –aclaró- las acciones fueron simultáneas, sucesivas y sin cortes”, y esta valoración fue determinante para calificar al policía de manera más benigna y equivalente al homicidio culposo negligente e imprudente”.
Asimismo, la jueza explicó que está probada la existencia de un arma de calibre 22, con su cargador con 9 cartuchos y uno en recamara que se encontró junto al cuerpo de Vega.
Por otra parte, la declaración en la comisaría primera de la joven asaltada junto con su novio y un amigo fue el más claro testimonio a la hora de explicar lo que pasó esa madrugada.
Según ese relato cuando Vega huía, el acompañante hizo dos disparos contra los chicos, que impactaron contra el refugio, donde esperaba el colectivo, momento en el que aparece Herrera y les da la voz de alto a lo que los asaltantes responden con al menos tres disparos más.
El auxiliar respondió con una pistola Glock calibre 9 milímetros hiriendo a Vega con un impacto de bala en la espalda que le produjo la muerte a pocos metros del lugar donde su cómplice perdió el control de la moto.