26 abril, 2024

Macri reconoce que San Luis está bien administrada

Desde la Casa Rosada reconocen que «a San Luis no hay que pedirle nada» en materia financiera porque a pesar que Alberto Rodríguez Saá no responde al color político de Cambiemos, las cuentas en la provincia están en orden.

El Gobierno de Mauricio Macri quiere que las provincias pongan en orden sus finanzas y bajen el déficit. El objetivo es llegar al último año de mandato con todo el territorio nacional gastando por debajo de sus ingresos. El presidente ordenó que los gobernadores que no se sumen a esta política nacional sean castigados «con la chequera y el látigo». En este contexto, desde la Casa Rosada reconocen que «a San Luis no hay que pedirle nada» porque a pesar que Alberto Rodríguez Saá no responde al color político de Cambiemos, las cuentas en la provincia están en orden.

San Luis no tiene déficit fiscal ni endeudamiento, y a pesar de las diferencias políticas, Mauricio Macri no deja de reconocer que el trabajo del Gobernador ha sido muy bueno en este sentido y no tiene objeciones que hacer.

El equilibrio fiscal fue resaltado por el gobernador en la apertura de sesiones ordinarias el pasado 1ro de abril: “A 15 meses de mi asunción, las políticas dieron sus frutos: con racionalidad administrativa, San Luis volvió a tener sus cuentas en orden”, dijo el mandatario provincial.

“En materia de finanzas, lo peor quedó atrás. Equilibramos los desequilibrios. Se recuperaron los fondos anticrisis. Se recompuso la economía de los empleados públicos de casi el 9% con respecto al 40% entregado del año pasado. Fuimos los únicos que entregamos un bono de 7.500 pesos y logramos aumentar la recaudación impositiva en un 34%”, había exclamado Alberto.

En San Luis «se gasta lo mismo que ingresa, no hay endeudamiento y por Ley los gastos corrientes no pueden superar el 49% del presupuesto”, dijo por su parte tiempo atrás la ministra de Hacienda, Natalia Zabala Chacur.

Muy distinto es el caso de otras provincias, como Santa Cruz, gobernada por la opositora al Gobierno nacional, Alicia Kirchner, que se encuentra quebrada y con una crisis política y social extrema; o Jujuy, que a pesar de acompañar a Macri con la gestión del radical Gerardo Morales, tiene sus números en rojo, ya que en 2016 tuvo un déficit mensual de aproximadamente 300 millones de pesos.

La Casa Rosada tiene como obsesión bajar el déficit en las Provincias, situación que no puede resolver ni en sus propias cuentas nacionales, sin embargo el Presidente estaría dispuesto a castigar a los gobernadores que no se sumen «con el látigo y la chequera». Una actitud que parece estar siendo costumbre en la gestión de Macri.

A pesar de ser un ejemplo en materia administrativa, la Provincia de San Luis es contraria a la mayoría de medidas económicas que afectan a toda la economía nacional, y eso ya le trajo consecuencias. El Gobierno Nacional suspendió la única obra que tenía la provincia con fondos nacionales: la remodelación del Aeropuerto de la capital puntana. Sin embargo como la Provincia tiene sus cuentas en orden, esto le permite financiar sus propias obras e inversiones sin la necesidad de endeudarse, ni de someterse al látigo y a la chequera del Presidente.