26 abril, 2024

Buscan a un hombre acusado de matar a 400 gatos y otros animales

La Policía británica informó hoy que busca a un sospechoso de haber matado a unos 400 gatos y otros pequeños animales como conejos y zorros, desde el año 2015 en el Reino Unido.

La Policía británica informó hoy que busca a un sospechoso de haber matado a unos 400 gatos y otros pequeños animales como conejos y zorros, desde el año 2015 en el Reino Unido.

«Se investigan varias pistas» y los agentes están «abiertos» en cuanto a la identidad del autor, dijo hoy el sargento Andy Collin, de la policía del barrio londinense de Croydon, donde comenzaron las muertes de los animales, que aparecen mutilados, consignó la agencia EFE.

Las autoridades ofrecieron una recompensa de 10.000 libras (unos 11.200 euros) a quien aporte información sobre el autor de esos sacrificios y brutales desmembramientos de animales que traumatizaron a sus propietarios y vecinos.

Las asociaciones protectoras de animales RSPCA y Snarl están colaborando con los investigadores y contribuyeron a detectar el «modus operandi» del delincuente.

Tony Jenkins, fundador de Snarl, aseguró que posiblemente se trate de un solo autor, «y, si hay más de uno, es más probable que sea un trabajo colaborativo que la obra de asesinos que se copien. Vemos las mismas heridas, y deja una firma», explicó.

«A juzgar por cómo dispone los cadáveres» tras matar de un golpe y mutilar con un objeto punzante al animal, el autor seguramente es un «psicópata» que se queda en los alrededores para ver la reacción de las personas, dijo Jenkins.

El objetivo del atacante, a quien inicialmente se conocía como «el asesino de gatos de Croydon», aunque después operó en otras localidades como Manchester, Sheffield y Birmingham, es «horrorizar» a la gente, aseguró el fundador de Snarl.

«Sobre esa base, es un acto contra los humanos. Deja a los animales debajo de las ventanas de sus propietarios mientras espera a ver cómo alguien encuentra a su querido gato decapitado», declaró.

La Policía y las asociaciones señalaron que no hay pruebas de que el sospechoso suponga un riesgo para la vida humana.