26 abril, 2024

Alberto: “Ahora tenemos las armas, los procedimientos y el lugar para luchar por la vida”

Muy emocionado, así presidió el gobernador, Alberto Rodríguez Saá, el acto inaugural del Centro en la refaccionada ex Residencia de Gobernadores, que a partir de este miércoles pasó a ser uno de los hospitales especializados en cáncer más modernos del país.

Muy emocionado, así presidió el gobernador, Alberto Rodríguez Saá, el acto inaugural del Centro en la refaccionada ex Residencia de Gobernadores, que a partir de este miércoles pasó a ser uno de los hospitales especializados en cáncer más modernos del país.

Luego de la proyección de un audiovisual que rememoró los inicios del proyecto, el primer mandatario sostuvo: “Estoy muy agradecido al pueblo de San Luis, que ha tenido la paciencia, la sabiduría, la comprensión de entender que algo tan emblemático como lo es la Residencia de Gobernadores, que data más o menos de los años 60, pase de ser un centro de poder a un centro de salud, este Centro Oncológico Integral. Personalmente es como un enorme sueño, porque uno no siente cuando vive ahí que el lugar tiene mucho de egoísta; cuando hay mucha necesidad y puede tener una mejor función. Ese sueño, o decisión, es fácil en lo personal, pero es complicado en lo institucional y que haya sido aceptado por todos, el hecho de que cumpla una función enormemente solidaria y necesaria, es muy bueno”.

“Quiero agradecer a todos estos profesionales que hoy están acompañando, y a los que están cerquita; voy a mirar muchas veces esta foto, para sentirme rodeado de profesionales que se harán cargo y serán responsables -muchos de ellos jóvenes- de este importante avance en la calidad de nuestro servicio de salud; médicos, paramédicos y enfermeros. Me siento agradecido y con alegría por estar inaugurando este centro”.

Rodríguez Saá recordó que “de chico tenía una tía, chiquitita de altura y enorme de corazón, Zulema Páez Montero, hermana de mi mamá. Tendría yo unos 9 años y ella nos llenaba de cariño, de afecto; convertía a cada sobrino en hijo propio, y un día llegó la noticia triste de que tenía esa enfermedad fea que ni queremos nombrar. Esto ocurrió a fines de los ’50, la ciencia no estaba tan evolucionada y cuando tuvo que tratarse vino el desarraigo, con toda la familia conmovida, muchos hermanos y sobrinos. Durante casi un año luchó, peleó, pero no ganó. Con la triste noticia viene la avidez por conocer, por saber cuáles son los nuevos tratamientos, acercarse y tener la contención del sistema de salud, viene también el desarraigo que es muy feo y el problema se multiplica. Por eso, este centro es muy solidario y muy, muy bueno, es un centro integral, por lo que todo para luchar con la enfermedad ya lo tenemos en San Luis. La radioterapia, que tenía un avance en el Hospital Central, se continuó; la rehabilitación frente al hospital y acá, el Centro Integral, con sus laboratorios y, lo más complicado, que es la quimioterapia, que tiene a su vez la internación. Todo en un parque espectacular, los laboratorios al lado y la contención. También los centros de estética que quizá parezca que no es nada, pero es mucho, sobre todo para la mujer, cuando quiere y necesita normalizarse en la vida y siente que su cuerpo no está en condiciones. Tenemos que vivir este momento con alegría, ya tenemos las armas, los procedimientos y el lugar para luchar por la vida”.