23 abril, 2024

Un marroquí de 36 años provocó una explosión en Bruselas

La Fiscalía federal belga confirmó hoy que el presunto terrorista que hizo estallar anoche una pequeña carga explosiva en la estación central de Bruselas y que fue abatido por militares era un marroquí de 36 años que vivía en una casa del barrio bruselense de Molenbeek que fue allanada por la policía durante la madrugada.

La Fiscalía federal belga confirmó hoy que el presunto terrorista que hizo estallar anoche una pequeña carga explosiva en la estación central de Bruselas y que fue abatido por militares era un marroquí de 36 años que vivía en una casa del barrio bruselense de Molenbeek que fue allanada por la policía durante la madrugada.

Durante una conferencia de prensa, el portavoz del Ministerio público Eric Van der Sypt definió el ataque de ayer como «intento de asesinato terrorista» e informó que el caso ahora es investigado por un juez antiterrorista de Bruselas.

Van der Sypy confirmó que la valija detonada por el joven marroquí, a quien se abstuvo de identificar, llevaba «clavos y pequeñas botellas de gas», pero que no portaba ni armas de fuego ni cuchillos, ni tampoco un cinturón con explosivos, como apuntaron medios locales en un primer momento.

«Está claro que trató de hacer más daño del que causó. Los daños podrían haber sido peores», comentó el portavoz sobre el incidente, que no dejó ningún herido.

El sospechoso era O.Z., nacido el 12 de enero de 1981 y de nacionalidad marroquí que vivía en Molenbeek, distrito de fuerte población musulmana en la capital belga y conocido porque allí vivían algunos de los yihadistas que participaron de los ataques de marzo de 2016 en Bruselas.

Anoche, fuerzas especiales de la policía allanaron el domicilio del atacante, aunque la fiscalía se abstuvo de dar detalles sobre el operativo pero sí afirmaron que durante el ataque actuó solo, señaló la agencia de noticias EFE.

«Lo más importante es que no era conocido por hechos de terrorismo», comentó Van der Sypt, ante las informaciones de medios belgas que apuntan a que tenía cargos por tráfico de drogas o delitos sexuales.

En tanto, el primer ministro belga, Charles Michel, dijo tras un encuentro de su Consejo Nacional de Seguridad que no hay indicios de que pueda haber otro ataque inminente y que por eso el nivel de alerta terrorista no será elevado y permanecerá en el nivel tres de cuatro.

Pese a ello se tomarán medidas ante eventos importantes como conciertos, agregó, a la vez que llamó a sus compatriotas a no dejarse intimidar y a mantener su estilo de vida habitual.

Michel agradeció a los soldados que mataron al sospechoso. Ante una situación potencialmente peligrosa reaccionaron con rapidez y profesionalidad, dijo.

En este sentido, medios belgas consignaron que a raíz de la presencia de un paquete sospechoso, la policía evacuó la estación de trenes de la ciudad de Namur, al sur de país, mientras que en Amberes, la segunda ciudad más grande de Bélgica, también se está llevando a cabo un procedimiento, informó DPA.

Durante la conferencia de prensa, la Fiscalía proporcionó detalles sobre los pasos que dio el presunto yihadista antes de hacer estallar la valija y ser baleado por los soldados que custodian la estación central ferroviaria de la capital belga.

Según el relato, el hombre entró en la estación a las 20.39 hora local de este martes y tras pasar por el vestíbulo principal, se dirigió escaleras abajo hacia un grupo de pasajeros.

Tras retirarse por unos momentos, volvió hacia este grupo minutos más tarde sosteniendo una maleta, a la vez que gritaba y causaba una «explosión parcial» en la que nadie resultó herido.

La maleta inmediatamente se prendió fuego y el hombre «dejó el equipaje quemándose» y se dirigió a continuación escaleras abajo hacia un andén persiguiendo a un responsable de la estación.

Entre tanto la maleta, que contenía clavos y botellas de gas, «explotó una segunda vez de manera más violenta».

Según el Ministerio público, el sospechoso volvió entonces al vestíbulo y se precipitó hacia al menos un militar allí presente gritando «Allahu Akbar» (Allah es grande), una consigna que habitualmente los yihadistas lanzan antes de cometer un atentado.

El soldado «abrió fuego inmediatamente e hizo blanco en el individuo varias veces», que murió más tarde en el lugar a causa de las heridas.

El portavoz indicó que, «por el momento, no hay vinculación» entre este caso y el ataque yihadista de este lunes en los Campos Elíseos de París, en el que un hombre que había jurado lealtad al Estado Islámico estrelló un vehículo contra fuerzas de la Gendarmería.