20 abril, 2024

“Somos libres: ahora nos necesitamos vivas”, clamó una multitud vestida de negro contra los femicidios

Cientos de miles de mujeres de todas las edades y hombres marcharon por avenidas y calles de la ciudad de Buenos Aires hacia la Plaza de Mayo portando carteles contra los femicidios.

Cientos de miles de mujeres de todas las edades y hombres marcharon por avenidas y calles de la ciudad de Buenos Aires hacia la Plaza de Mayo portando carteles en reclamo de justicia tanto por la joven marplatense Lucía Pérez, de 16 años, como por la sucesión de asesinatos de mujeres con la leyenda «un día ya no tendré miedo de morir por tu machismo», junto a familiares de víctimas de femicidios con las fotos de sus hijas.

miercoles-negro

La multitud llegó a la plaza colmando las calles porteñas de vereda a vereda, protegidos con capas de lluvia o bolsas de residuos y paraguas, portando las banderas violetas, color que identifica el feminismo, con consignas contra la violencia de género, en una impresionante movilización dominada por vestimentas negras y cantos clamando «¡justicia!» para las víctimas de las violencias y las asesinadas.

Un grupo de cuatro chicas de entre 15 y 16 años dijeron a Télam que marcharon porque las mujeres «no deberían soportar ningún tipo de violencia».

«Hace falta educación desde niveles tempranos en las escuelas, no puede ser que por el simple hecho de ser mujer una tenga que soportar que la insulten por la calle o la culpen ante un caso de violencia o femicidio», afirmó Chiara, de la misma edad que la joven asesinada en Mar del Plata.

La adolescente consideró que «esta marcha no tendría que estar pasando: tendríamos que poder vivir seguras y tranquilas».

Mirta Mato, presidenta de la ONG «Juntos a la par triunfaremos», de Esteban Echeverría, portaba junto a sus compañeros la bandera «Marchamos porque estamos vivas».

«Dicen que marchar no sirve para nada, pero nosotras creemos que sirve para concientizar y, mientras estemos vivas, vamos a seguir marchando», aseveró.

Francisco, estudiante de antropología de 27 años que caminó bajo la intensa y constante lluvia que acompañó la protesta, junto a compañeras de la facultad, dijo que decidió sumarse al reclamo porque le parece «justo».

«Hay que frenar, por un lado, la violencia machista, y por otro, la visión estereotipada que existe de la mujer», dijo el joven, quien consideró que la protesta no sólo sirve para «visibilizar el problema», sino que «persigue un cambio concreto».

El grito ritual de los pueblos originarios, llamado «afafan» -hecho con la palma de la mano sobre la boca abierta para convocar a los espíritus a fortalecer la lucha- se expresó en las calles por donde avanzó la marcha de la que participó Matías, el hermano de Lucía Pérez.

Tal como ocurrió el pasado 3 de junio, cuando se realizó la segunda marcha Ni Una Menos, movimiento surgido espontáneamente luego del femicidio de Chiara Paez en Santa Fe, hubo miles de personas que marcharon en solitario o formando grupos de amigas o familiares.

Luego de las personas autoconvocadas comenzaron a circular por las calles las bandera de ONGs, de la comunidad LGBT -arcoiris que esta vez estuvo atravezada por un listón negro-, de la Federación Universitaria de Buenos Aires, centros de estudiantes, gremios docentes, de actores, de prensa, entre muchos otros. Fueron escasas las identificaciones partidarios que cerraron la marcha.

Durante todo el trayecto de la movilización las personas eligieron portar consignas condenando todos los tipos de violencias, desde el acoso callejero, la violencia obstétrica y la mas extrema: los femicidios.

El Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano, dirigido por La Asociación Civil La Casa del Encuentro, señaló que, entre el 1° de junio de 2015 y el 31 de mayo último hubo 275 femicidios en Argentina.

“La violencia deja marcas: no verlas deja femicidios” o “Somos libres: ahora nos necesitamos vivas”, fueron frases elegidas por quienes manifestaron hoy, bajo la lluvia y el frío, gritando: «Ni una menos, vivas nos queremos».