18 abril, 2024

Ni Messi ni la Bombonera salvaron a la Selección, que quedó al borde del abismo

El equipo apenas empató sin goles con Perú y quedó al borde del abismo. Ahora necesitará ganarle a Ecuador en la siempre temida altura de Quito para intentar obtener el pasaje a Rusia.

Ni los arrebatos de Lionel Messi ni una Bombonera preparada para festejar pudieron salvar hoy al seleccionado argentino, que apenas empató sin goles con Perú, quedó al borde del abismo y necesitará ganarle a Ecuador en la siempre temida altura de Quito para intentar obtener el pasaje a Rusia.

Con La Bombonera vestida de celeste y blanco los dirigidos por Jorge Sampaoli fueron otra vez, como ante Venezuela, protagonistas de una película de terror, aunque esta vez con un final aún más doloroso en el cada vez más traumático camino hacia el Mundial del año próximo.

El seleccionado buscó, como pudo, a veces sin ideas claras, pero tuvo casi una decena de chances y convirtió a Pedro Gallese en la figura de una noche que se sabrá el martes en Quito si fue acaso una de las jornadas más dolorosas en la historia del representativo nacional.

Quienes se aferran a las cábalas dirán que otra vez el estadio de Boca, y otra vez Perú, fueron el fantasma tan temido para Argentina. Argentina deberá ganarle a un Ecuador eliminado en Quito para meterse en repechaje y tal vez por otros resultados ilusionarse con una clasificación directa. Así de difícil y traumático es el panorama para un seleccionado argentino que con Sampaoli aún no logró sumar de a tres.

El seleccionado argentino buscó desde el inicio. Intentó conformar sociedades por los costados para que Lionel Messi recién aparezca en los metros finales pero el buen trabajo defensivo del equipo de Ricardo Gareca obligó a que sean los marcadores y los volantes centrales quienes más tiempo tuvieran la pelota en sus pies.

Perú cumplió a la perfección el plan diseñado por Gareca. Farfan y Edinson Flores fueron volantes sacrificados para impedir que Banega y Biglia condujeran con comodidad, y se desdoblaron rápidamente para atacar los espacios en cada oportunidad de contra.

Con el correr de los minutos Messi, cada vez más contrariado por estar lejos de la pelota, retrocedió. Eso que Sampaoli quería evitar pasó y el capitán y emblema argentino empezó a intentar gambetas interminables para llevarse a la rastra a la defensa visitante.

Pese a las dificultades el equipo argentino contó con un par de situaciones muy claras. Iban 13 minutos cuando Di María envió un corner rasante que encontró a Messi sin marca, de frente al arco, pero el remate del diez se desvió en un rival y se fue al corner. Perú tuvo su chance, la única pero muy clara, cuando a los 33 minutos Farfana anticipó bien a Mascherano y, tras un buen centro bajo desde la izquierda, abrió el pie derecho sobre el primer palo y la pelota se fue besando el poste de Romero.

Pudo ser del rosarino cuando fue habilitado por Biglia y, tras dejar en ridículo a un rival, exigió a Gallese, que se estiró sobre derecha y la pelota se fue besando el palo.

Pero la más clara, justo antes del final, fue de Benedetto, el goleador xeneize que esperaba su oportunidad en La Bombonera. Messi frotó la lámpara desde casi cuarenta metros y puso la pelota en la cabeza de Pipa, que solo frente al arco y habiendo dejado atrás la marca la tiró por encima del travesaño.

Nada le salió bien al equipo de Sampaoli en el segundo. Para colmo, la desafortunada lesión de Fernando Gago, que había ingresado por Banega, obligó a terminar el partido son Paulo Dybala y Mauro Icardi como espectadores de lujo en el banco de suplentes.

Gallese se consolidó en el héroe de la noche. Apenas treinta segundos habían pasado cuando Benedetto quedó solo frente al arquero y definió al cuerpo, y en el rebote Messi estrelló la pelota en el palo derecho.

Al instante, Biglia remató desde fuera del área y Gallese voló hacia atrás para con una mano salvadora salvar a Perú. Después lo tuvo Gómez, pero otra vez se lució Gallese, que a esa altura era una muralla infranqueable.

Messi tuvo dos tiros libres, y fueron de los peores que tiró. Para colmo la última pelota fue de Perú. Otra vez Perú, otra vez La Bombonera y otra vez una película con final desgarrador.