28 marzo, 2024

Miles de personas gritaron «Ni Una Menos» por tercer año consecutivo

Una multitudinaria movilización caminó esta tarde desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo bajo la consigna #NiUnaMenos -por tercer año consecutivo- en reclamo de más y mejores políticas para la prevención y la erradicación de todas las formas de violencia de género.

Una multitudinaria movilización caminó esta tarde desde el Congreso de la Nación hasta la Plaza de Mayo bajo la consigna #NiUnaMenos -por tercer año consecutivo- en reclamo de más y mejores políticas para la prevención y la erradicación de todas las formas de violencia de género.

La marcha por la Avenida de Mayo fue encabezada por una bandera violeta con la consigna «Ni una menos – Vivas nos queremos – El Estado es responsable» que era portada por representantes de distintos espacios del colectivo #NiUnaMenos.

Detrás de la cabecera de la marcha aparecían banderas de reivindicaciones históricas del movimiento feministas, como la legalización del aborto, y otras en referencia a luchas más recientes, como el reclamo de libertad para Eva Analía «Higui» De Jesús, de 42 años, detenida desde octubre de 2016 por matar a un hombre mientras intentaba zafarse de una patota que intentaba abusar sexualmente de ella por su orientación sexual.

Muchas banderas exigían también la liberación de la dirigente social Milagro Sala, detenida hace más de un año en Jujuy mientras la Justicia investiga varias denuncias en su contra por el manejo que hizo la organización Tupac Amaru -que ella conduce- de los fondos públicos que recibió durante el gobierno kirchnerista.

Un grupo de mujeres vestidas de rojo y de negro que forman parte del grupo artístico «Aúlla» marcharon con una bandera de casi cien metros de largo que llevaba dibujadas en negro y violeta las siluetas de mujeres, que representaban a cada una de la víctimas de violencia de género con su nombre y la fecha del femicidio.

También participaron de la marcha trabajadoras migrantes, bajo el lema «ni una migrante menos» y «migrar es un derecho humano» mientras llevaban las banderas de Chile, Bolivia, Paraguay, Perú, México, Argentina y los pueblos originarios.

El grupo Reconquista, una agrupación del Partido Justicialista, puso al costado del Cabildo una cartelera violeta en la que cada persona podía escribir su respuesta a la pregunta ¿por qué marcha hoy?; y entre las respuestas se leían: «porque nos están matando», «porque la violencia obstétrica también es violencia», o «para caminar tranquila por la calle».

Cuando la columna principal de la movilización llegó a la Plaza de Mayo, la periodista Liliana Daunes y la Madre de Plaza de Mayo Nora Cortiñas fueron las responsables de leer el documento consensuado por todas las organizaciones que participan del colectivo #NiUnaMenos.

«Reclamamos prevención y cuidado, igualdad y justicia social. La demanda al Estado, tanto al gobierno de Mauricio Macri y la alianza Cambiemos como a los gobiernos provinciales, es clara: se trata de las políticas integrales de prevención de la violencia patriarcal y respuesta adecuada a las víctimas», enfatizó el texto.

Las organizaciones advirtieron: «Nunca pedimos el endurecimiento de las penas: tampoco menos libertades. Hablan por nosotras y dicen que queremos menos libertades sociales a cambio de una protección que nunca llega, pero esos pedidos siempre se vuelven contra el pueblo; sobre todo contra nosotras, que a la vez que nos dejan indefensas, nos criminalizan cuando queremos defendernos y nos persiguen cuando hacemos oír nuestro grito».

Las organizaciones reclamaron que «hay en la Argentina dos presas paradigmáticas, Higui, presa política del patriarcado por defenderse de sus violadores, y Milagro Sala, por protestar contra el Gobierno, son demandas inclaudicables de este movimiento».

Al respecto añadieron que «jóvenes activistas son perseguidas y antiguas militantes encarceladas. Filman asambleas de estudiantes secundarios, hostigan a las pibas en los barrios y persiguen a mujeres que abortan. Denunciamos el plan sistemático de persecución a las feministas en toda América Latina, y en Argentina en particular».

El texto agregó que «el Estado no busca a las jóvenes desaparecidas, supliendo la desidia con gestos, como publicar en el Boletín Oficial una recompensa por los datos sobre Araceli casi dos semanas después de que su cuerpo había aparecido».

La lectura del texto fue acompañada por el repudio a distintas formas de violencia hacia la mujer, el reclamo de políticas contra la trata de personas, la reivindicación de la legalización del aborto, la implementación de políticas de acceso real a los derechos para la población trans y el repudio a la criminalización de la protesta social.

Según el Registro Nacional de Femicidios que lleva la Corte Suprema, en 2016 fueron asesinadas 254 mujeres y travestis, es decir que se cometió un crimen cada 35 horas.