El juez Gustavo Lleral ordenó el procedimiento que incluyó perros, que en menos de 10 horas terminó con el hallazgo de un cuerpo, que podría ser del joven que desapareció el 1 de agosto.
Desde anoche están en la zona ocho «binomios», como se conocen a las parejas de hombres y perros que se encargan de buscar cuerpos en zonas difíciles. No fue una casualidad. Llegaron a pedido del magistrado y la fiscal Silvina Ávila, por intermedio del Equipo Argentino de Antropología Forense que sugirieron usar animales entrenados en rastrear restos cadavéricos a través del dióxido de carbono. El grupo especial pertenece a la Dirección Nacional de Cinotecnia.
El equipo de animales se integró con cuatro parejas de Santa Fe, tres de la provincia de Buenos Aires, uno de Córdoba y uno de Entre Ríos. Los oficiales Sergio Cirucich, Jorge De Grande, Lina Eroles, Matías Albornoz, Ricardo Urquiza, Sonia Callicarano, Alfredo Roncoroni y Leonardo Silva fueron respectivamente junto a los perros Lara, Chester, Bayron, Uma, Toby, Aníbal, Milo y Ringo.
Este mediodía, uno de los buzos tácticos de Prefectura que rastreaba la zona del río Chubut encontró el cuerpo enganchado a las ramas de los sauces.