28 marzo, 2024

La renuncia a sus deberes reales de Meghan y Harry es comparable con la abdicación de Edward VIII

La decisión de los duques de Sussex, Meghan Markle y Harry, nieto de la reina Isabel II, de renunciar a sus deberes reales, es un hecho sin precedentes y sólo comparable con la abdicación al trono del rey Eduardo VIII en 1936.

La decisión de los duques de Sussex, Meghan Markle y Harry, nieto de la reina Isabel II, de renunciar a sus deberes reales, es un hecho sin precedentes y sólo comparable con la abdicación al trono del rey Eduardo VIII ocurrida en 1936.

Eduardo VIII renunció a la corona británica porque el Parlamento no respaldó su matrimonio con la estadounidense Wallis Simpson.

Casualmente las vidas privadas de Edward VIII y Simpson fueron plasmadas en la tercera temporada de la serie The Crown emitida por Netflix, papeles representados por Derek Jacobi y Geraldine Chaplin.

El romance de la pareja en la década del 30 del siglo pasado causó una crisis constitucional, que finalmente terminó en la abdicación real del trono de Eduardo VIII para mantener el vínculo con Simpson, una estadounidense dos veces divorciada, lo que dio lugar al reinado de su hermano, el rey Jorge VI, padre de la actual reina Isabel II.

Eduardo VIII se convirtió en rey después de la muerte de su padre, George V, y se hizo conocido como el duque de Windsor.

Algunos expertos reales realizaron comparaciones entre Simpson y Markle porque ambas son estadounidenses, divorciadas y escalaron socialmente hacia la Familia Real.

Según Margaret Holder, periodista y escritora real, la decisión se estaba tomando hace meses, porque, según su conclusión, los duques de Sussex se sintieron marginados ya que los planes para mantener a la monarquía segura de cara al futuro aparentemente no los incluían a ellos ni a su pequeño hijo Archie.

En su columna en el tabloide británico Express, Holder sostuvo que durante el último año quedó claro que Meghan Markle no pudo adaptarse a la vida como miembro principal de la familia real, mientras que Harry también luchó con los cambios en su vida como esposo, padre y miembro de la realeza.