29 marzo, 2024

La ministra de Salud mantuvo la primera reunión para la implementación del robot quirúrgico “Da Vinci”

Silvia Sosa Araujo se reunió este martes a la mañana en su despacho con la ministra de Ciencia y Tecnología, Alicia Bañuelos, y el representante de la empresa Intuitive Surgical en Argentina, Alejandro Marina, para comenzar a trabajar en el innovador plan.

En el encuentro, donde también estuvieron presentes, los cirujanos del Hospital San Luis, Raúl Coria y Javier Tapia, comenzaron a vislumbrar un plan de trabajo para poder usar el robot quirúrgico “Da Vinci”. “Hay que analizar en qué especialidades se usará, a qué profesionales y cuántos se deberán capacitar. Además, los cirujanos deberán realizar visitas a los centros donde este robot está funcionando muy bien, y comenzar a trabajar con el representante de ‘Da Vinci’ en la Argentina”, comentó Bañuelos.

Además, la ministra de Ciencia y tecnología dijo que se tomarán las experiencias donde este programa ya funciona en el país y en el exterior, para asegurar que el nuevo hospital se transforme en un lugar de “punta” y sea referente de la región. “El robot es una máquina lo que importa es la gente que lo opera”, sostuvo.

El representante en Argentina de la empresa proveedora de este robot en el mundo, Alejandro Marina, explicó que en esta primera instancia comenzarán a estudiar las patologías que prevalecen y la incidencia que tienen en la provincia. “Vamos a trabajar con los doctores para saber cuántas cirugías se hicieron el año pasado y en base a eso, vamos a armar el programa específico para San Luis, con la estadísticas propias”, señaló.

Es así que para poder acceder a “Da Vinci”, primero hay que confeccionar un programa. “Cualquier proyecto robótico tiene que ser aprobado por fábrica. Intuitive, no vende robot sino está aprobado el programa. Todos los robots se venden en base a un programa”, explicó. Esto significa que el Gobierno de la Provincia tiene que elaborar el programa y luego debe ser admitido por la fábrica, en este caso Intuitive. Si es viable y sustentable, se instala el robot. En el mundo hay 3.500 robots, y en Argentina ya existen en el Hospital Italiano y en el Churruca en Buenos Aires y en el Parque de la Salud de Misiones.

“Cuando se puso la piedra fundamental del nuevo hospital, estuve aquí. Si hay un lugar donde se puede trabajar bien un programa y un proyecto, es en San Luis”, concluyó Marina.

El cirujano del Hospital San Luis, Raúl Coria, dijo: “Es muy importante comenzar con el plan de instauración de esta nueva tecnología, para nuestro nuevo hospital. Nos hemos reunido para hacer una planificación del proyecto definitivo y poder ponerlo en marcha. Luego, será la capacitación de cada uno del equipo de salud: cirujanos, anestesiólogos, instrumentadores, enfermeros y técnicos en anestesia. Hoy se ha dado el puntapié inicial a lo que ya había anunciado nuestro gobernador”.

“Es muy importante que este tipo de tecnología llegue a la salud pública y a instituciones de San Luis, porque seremos una referencia. Nuestra idea es que seamos referentes en la región y en el país, para nosotros es importante esta apuesta del Gobierno de la Provincia”, agregó el cirujano Javier Tapia.

La tecnología puesta en función de la salud de la comunidad

El Sistema Quirúrgico “Da Vinci” es un dispositivo desarrollado por la empresa norteamericana Intuitive Surgical, y aprobado en el año 2000 por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de los Estados Unidos, el Sistema –que se utiliza para múltiples procedimientos quirúrgicos, especialmente en prostatectomías-, está controlado por un cirujano que opera desde una consola y se diseñó para facilitar la cirugía compleja empleando un enfoque mínimamente invasivo. Este factor permite superar las limitaciones propias de la cirugía abierta y laparoscópica, potenciando en términos de visión, precisión y control las habilidades del cirujano. El robot “Da Vinci” no es autónomo; requiere en todos los casos la intervención y toma de decisiones de un profesional que actúe como operador humano para todas las acciones.

El robot quirúrgico “Da Vinci” se compone de una consola ergonómica desde la que el cirujano opera sentado y que, normalmente, se encuentra en el mismo quirófano. Al lado del paciente se sitúa la torre de visión (formada por controladores, vídeo, audio y proceso de imagen) y el carro quirúrgico que incorpora tres o cuatro brazos robóticos interactivos controlados desde la consola, en el extremo de los cuales se encuentran acopladas las distintas herramientas que el médico necesita para operar, tales como bisturís, tijeras, unipolar, etc.