20 abril, 2024

En video: las devastadoras inundaciones que dejó el huracán Harvey

El huracán Harvey ya causó más de 30 muertos y 32.000 refugiados en Texas donde continúan las tareas de rescate en numerosas localidades.

El huracán Harvey ya causó más de 30 muertos y 32.000 refugiados en Texas donde continúan las tareas de rescate en numerosas localidades, y ahora amenaza la zona fronteriza con el vecino estado de Luisiana.

En Houston, la ciudad más afectada y donde afortunadamente no llovió en las últimas 24 horas, más de 32.000 personas se encuentran alojadas en refugios temporales mientras prosiguen las labores de búsqueda y rescate de damnificados.

Además, el clima permitió iniciar las tareas de limpieza, una vez que las aguas comenzaron a retroceder en el área de Houston, donde viven alrededor de 6,5 millones de personas.

Al problema de las inundaciones, calificadas de «catastróficas» por las autoridades, se sumaron varias explosiones en una planta química en Crosby, a 25 kilómetros de Houston, lo que provocó que las autoridades evacuasen un área de casi dos kilómetros en su entorno ante el peligro de nuevos estallidos.

El centro de la tormenta se movió hacia la frontera entre Texas y Luisiana, donde causó abundantes lluvias e inundaciones, lo que obligado a abrir refugios.

Una de las localidades más golpeadas en Texas, con 120.000 habitantes, es Beaumont, cerca de la frontera con Luisiana, y cuyo jefe de bomberos, Brad Pennison, indicó que «toda la ciudad se encuentra anegada» y se interrumpió el suministro de agua potable, seún despacho de Télam.

En una situación similar se encuentra Port Arthur, cercana a Beamont y 170 kilómetros al este de Houston.
Precisamente, en Port Arthur, donde viven 50.000 personas, se encuentra Motiva, la mayor refinería de petróleo de Estados Unidos, que el miércoles anunció su cierre temporal «en respuesta a las crecientes inundaciones».

Dado que esta zona de Texas es el corazón de la industria de la refinación de petróleo de Estados Unidos, se calcula que casi un 25 por ciento del total de la capacidad del país se encuentra paralizada, lo que los expertos aseguran tendrá un impacto en los precios de los combustibles.

Por ese motivo, el gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, declaró hoy el estado de emergencia en ese territorio para permitir el rápido traslado de combustible y subsanar el desabastecimiento en zonas impactadas por el huracán «Harvey», ya degradado a depresión tropical.

La medida, deja sin efecto temporalmente ciertas regulaciones que afectan a vehículos de transporte de nafta y productos derivados del petróleo, según explicó el gobernador, citado por DPA.

Por su parte, el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, viajó a la zona para supervisar las labores y observar de primera mano los trágicos efectos de Harvey, ya convertido en tormenta tropical, después de que el martes lo hiciera el presidente Donald Trump.

El vicepresidente explicó que 311.000 víctimas de Harvey ya solicitaron ayuda económica y dijo que el Gobierno espera que el Congreso «trabaje rápido» para aprobarla para poder asistir a los ciudadanos y negocios afectados.

«Estamos con ustedes. Estamos aquí hoy, estaremos aquí mañana y estaremos aquí cada día hasta reconstruir esta ciudad y este estado más grande y mejor que nunca antes», dijo Pence, que ayer visitó parte de la zona afectada por Harvey, aunque no Houston.

Trump, quien mañana regresará a Texas, aseguró que la tormenta fue de «proporciones épicas» y prometió respaldo federal.

Se espera que el mandatario anuncie la próxima semana un paquete de asistencia federal, algo que se prevé sea aprobado sin problemas por el Congreso para financiar las labores de reconstrucción.

El director de la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), Brock Long, insistió en rueda de prensa en que los trabajadores de la agencia van a estar en Texas «durante semanas», al remarcar la gran labor que resta por delante.

Aunque posteriormente se convirtió en tormenta tropical, Harvey fue el huracán más potente en llegar a Estados Unidos desde 2005, cuando el Katrina asoló Nueva Orleans, y el mayor en afectar a Texas desde 1961.

La trayectoria de su desplazamiento prevé que tras cruzar Luisiana llegue a Missouri y Tennessee, aunque más debilitado.