La vicepresidenta Gabriela Michetti tenía el micrófono abierto en la sesión de la Asamblea Legislativa, cuando pidió a Emilio Monzó, presidente de la Cámara de Diputado, que le diera una mano para silenciar a los legisladores.
así empezaba su discurso. Las cámaras de los canales de TV pasaron en vivo el momento en que se escuchó en el recinto: «Ayudame boludo, que no me dan pelota».