18 abril, 2024

Con un misil sobre Japón, Corea del Norte puso otra vez al mundo en vilo

Trump declaró abiertas «todas las opciones» contra Pyongyang, que en respuesta invocó su derecho a la «disuasión nuclear».

Con el lanzamiento de un misil balístico que sobrevoló Japón, Corea del Norte despertó condena, inquietud y alarma en todo el planeta, y llevó hoy al presidente estadounidense Donald Trump a declarar abiertas «todas las opciones» contra Pyongyang, que en respuesta invocó su derecho a la «disuasión nuclear».

Desde Corea del Norte, la agencia de noticias oficial KCNA informó que el máximo líder del país, Kim Jong-un, estuvo presente en la base desde donde fue lanzado el misil Hwasong-12 de mediano alcance, el mismo con el que Pyongyang había amenazado con atacar la isla estadounidense de Guam en el Pacífico, una advertencia que finalmente no se concretó.

El lanzamiento fue «un primer paso en la operación militar en el Pacífico y un preludio significativo para contener a Guam», aseguró Kim, según informó KCNA mientras el Consejo de Seguridad de la ONU discutía la situación en una reunión de emergencia convocada a pedido de Tokio, Seúl y Washington.

El misil fue lanzado anoche, cuando en la región asiática ya era de mañana, desde una base situada en las cercanías del aeropuerto internacional de la capital norcoreana, Pyongyang, sobrevoló la isla de Hokkaido, para romperse luego en tres partes que cayeron al Pacífico después de recorrer 2.700 kilómetros.

La nueva prueba misilística reavivó la tensión en la región y despertó inmediatas y duras reacciones de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur, y otras más moderadas en China, Rusia, el Reino Unido, Alemania y otros países.

Seúl convocó una reunión de urgencia del gabinete, y sus fuerzas armadas desplegaron cuatro cazas F-15K que bombardearon un objetivo situado cerca de la frontera desmilitarizada que separa a las dos Coreas (DMZ).

El gobierno nipón informó que en ningún momento sus fuerzas militares intentaron derribar el proyectil, aunque las alarmas sonaron en las localidades que atravesó, especialmente en Erimomisaki, donde la población corrió a los refugios antiaéreos, informó la cadena CNN.

De su lado, Trump advirtió tras el lanzamiento de que «todas las opciones están sobre la mesa».

«El mundo ha recibido el claro y fuerte último mensaje de Corea del Norte», indicó Trump según un comunicado distribuido por la Casa Blanca.

El presidente estadounidense agregó que de este modo Corea del Norte muestra desprecio por sus vecinos, las Naciones Unidas y los «criterios mínimos de conducta internacional aceptable», informó la agencia de noticias Reuters.

«Las acciones amenazantes y desestabilizadoras sólo aumentan el aislamiento del régimen de Corea del Norte en la región y entre todas las naciones del mundo. Todas las opciones están en la mesa», añadió el mandatario.

Trump no concretó qué está considerando la Casa Blanca, aunque este mes ya avisó en Twitter de que «las soluciones militares están completamente preparadas, listas para el combate, por si Corea del Norte actúa de forma imprudente».

Por su parte, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, mantuvo una conversación telefónica con Trump, en la que acordaron ejercer aún más presión sobre Pyongyang, informó la agencia de noticias EFE.

Por otro lado, las misiones ante la ONU de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón pidieron una reunión urgente del Consejo de Seguridad, que fue hecha pública en la cuenta oficial de Twitter de la misión japonesa, sin dar más detalles.

Frente a todas estas críticas, Pyongyang respondió a través de su embajador ante la Conferencia de Desarme en Ginebra, Han Tae-Song, que tiene «razón de responder con contramedidas duras en el ejercicio de nuestro derecho a la defensa propia y Estados Unidos será enteramente responsable de las consecuencias «.

Según Han, ante los ejercicios militares anuales surcoreano-estadounidenses, Corea del Norte «no tuvo otra alternativa que fortalecer su disuasión nuclear para afrontar» la «amenaza» que representa lo que definió como «política hostil de Estados Unidos y el aumento de la carrera nuclear contra mi país».

El gobierno chino, a su vez, aprovechó el lanzamiento para insistir en su postura de que las sanciones no lograrán una solución, y llamó al diálogo para poner fin a la crisis de los programas armamentísticos de Corea del Norte.

«Los hechos han demostrado que la presión y las sanciones no pueden solucionar el fondo de la cuestión», afirmó en rueda de prensa una vocera de la Cancillería china, Hua Chunying.

La portavoz recordó que China se opone a los programas nuclear y balístico de Corea del Norte pero apuntó a que «Estados Unidos y Corea del Sur han realizado una y otra vez maniobras militares y han ejercido presión militar» sobre el regimen de Kim Jong-un, quien fue padre por tercera vez a principios de este año, según reveló hoy el Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano (NIS), informó la agencia local Yonhap.

Hua Chunying reiteró la necesidad de seguir la propuesta realizada hace meses por China y Rusia de «doble suspensión» por la que Estados Unidos y Corea del Sur ofrecerían detener sus maniobras a cambio de que Corea del Norte no realizara más pruebas balísticas y nucleares.

En el mismo sentido, el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov advirtió en una conferencia de prensa en Astaná, Kazajistán, de que el empleo de la fuerza contra Corea del Norte, es un «camino hacia la catástrofe» contra el que «debemos luchar con todas nuestras fuerzas».

Ryabkov enfatizó que para el Kremlin la reunión del Consejo de Seguridad debe concluir que «las medidas de fuerza son categóricamente inaceptables».

También el Reino Unido y Alemania se pronunciaron en contra de Pyongyang.

Según informó una portavoz de la primera ministra británica, Theresa May, quien se encuentra de viaje a Tokio, donde se entrevistará en los próximos tres días con el primer ministro Abe, condenó «en los términos más enérgicos» el lanzamiento, una «provocación imprudente» que la «horrorizó».

Desde los Estados Unidos, donde concretará hoy una reunión con el secretario de Estado, Rex Tillerson, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Sigmar Gabriel, defendió en un comunicado que se apliquen «rigurosamente» las sanciones impuestas al gobierno norcoreano.