El ex subsecretario de Transporte, segundo de Ricardo Jaime, Ricardo Cirielli, reveló que viajó en ascensor con el ex funcionario kirchnerista, quien le llevaba bolsos al ex presidente Néstor Kirchner.
«He viajado en ascensor con Jaime, llevaba esos bolsos bastante grandes y decía que se iba a ver al ‘Loco’, que era Néstor», dijo Cirelli.
Añadió que Jaime «frecuentaba a muchos empresarios de transporte, y como él los trataba mal siempre comentaban cosas, como que traían el dinero siempre en billetes chicos y a veces [Jaime] los mandaba a cambiar por billetes grandes para poder trasladar las valijas al despacho del Presidente de la Nación».
«No me llamó la atención cuando dijo que respondía a Néstor y a Cristina: él siempre decía que lo puenteaba a Julio de Vido permanentemente y hablaba con el Presidente de la Nación», aseguró.
Al respecto, agregó: «Jaime decía que Néstor Kirchner no le podía pedir la renuncia, que a lo sumo le podía pedir un café u otra cosa, y lo que quería demostrar con esa declaración es que eran cómplices. Esa seguridad que tenía él era porque el Presidente sabía y lo mandaba a hacerlo».
«Ya prendió el ventilador al decir que trabajaba bajo las órdenes de Kirchner: está diciendo que si compró vagones usados a Portugal y hubo corrupción, lo hizo con el aval de Néstor y Cristina. Por eso en la declaración que hizo hoy en la Justicia habló para arriba: o se lleva a todos puestos o lo tienen que defender a él, para lo cual ya es tarde».
«Tuve la oportunidad de conocer a Jaime cuando llegó de Córdoba: no tenía dinero, le conseguí el hotel del sindicato de peones de taxis y le pagaba muchos almuerzos, hasta que empezó a alejarse de mí y a acercarse al poder económico, empezó a cambiar sus hábitos y su ropa, se mudó», detalló.
Y continuó: «Después pasó a tener embarcación, hotel en Brasil y una vida ostentosa. Inclusive lo llamaban ‘el señor de los anillos’ porque siempre usaba anillos y cadenas de oro. Ostentó el poder, se creyó que iba a durar para toda la vida y que la Justicia se subordinaba al poder de turno y nunca lo iba a tocar», consideró.
