25 abril, 2024

Científicos argentinos avanzan en el tratamiento de la hidatidosis, una enfermedad grave transmitida por perros

Científicos de la UBA crearon un método para estudiar, diagnosticar y tratar la hidatidosis, una enfermedad transmitida por los perros que en los humanos produce quistes en el hígado, pulmones y -en menor medida- en músculos y huesos.

Científicos de la UBA crearon un método para estudiar, diagnosticar y tratar la hidatidosis, una enfermedad transmitida por los perros que en los humanos produce quistes en el hígado, pulmones y -en menor medida- en músculos y huesos.

Echinococcus-granulosusde
parásito Echinococcus granulosusde, responsable de la hidatidosis

Los investigadores identificaron «moléculas clave en la capacidad infectiva del parásito Echinococcus granulosusde, responsable de la hidatidosis, una zoonisis que afecta a unos 400 argentinos por año», un hallazgo que «podría conducir a métodos diagnósticos y tratamientos más eficaces», informó hoy la agencia de divulgación científica del Instituto Leloir.

«Conocer la existencia de estas moléculas abre caminos para el futuro desarrollo de técnicas diagnósticas más efectivos y fármacos y otras herramientas diseñadas para inhibir a ese patógeno», señaló Laura Kamenetzky, directora del equipo e integrante del Instituto de Investigaciones en Microbiología y Parasitología Médica de la Facultad de Medicina de la UBA.

Las moléculas identificadas son 886 precursores de microARNs, hasta el momento desconocidos, que inactivan o silencian la expresión de genes cuya actividad es clave para la vida del parásito, y podrían ser utilizadas para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la enfermedad.

Para identificar las moléculas, los investigadores utilizaron un software llamado «mapas auto-organizativos profundos» y datos genómicos obtenidos mediante herramientas de tecnología avanzada, la misma metodología podría utilizarse en otras enfermedades infecciosas.

En la Argentina, la hidatidosis representa un problema de salud pública en un tercio del territorio y se notifican unos 400 casos por año, que, por lo general, son personas de bajos recursos que adquieren la infección en la niñez -por ejemplo, dejándose lamer por perros o tomando agua contaminada con su materia fecal.

El diagnóstico suele ser tardío y los síntomas pueden aparecer después de muchos años, cuando los quistes se hacen más grandes.

La enfermedad es generada por un parásito que transmite el perro a través de su materia fecal, que a su vez se contagian consumiendo achuras crudas con quistes de ovejas, cabras, bovinos y cerdos.