28 marzo, 2024

Cataluña vota en unas elecciones inéditas tras su intento fallido de secesión

Las urnas abrieron a las 9 de la mañana (5 de Argentina) y cerrarán a las 20 (16 de Argentina), momento en el que se iniciará el recuento. No habrá boca de urnas de los medios públicos.

Más de 5,5 millones de catalanes están convocados hoy a votar en las elecciones más decisivas y excepcionales de su historia, convocadas tras un fallido intento de secesión, que llevó al Ejecutivo español a intervenir la región, y a que los principales líderes independentistas se encuentren en la cárcel o huidos.

Las urnas abrieron a las 9 de la mañana (5 de Argentina) y cerrarán a las 20 (16 de Argentina), momento en el que se iniciará el recuento. No habrá boca de urnas de los medios públicos.

Los electores podrán ejercer su derecho a voto en 8.247 mesas situadas en 2.680 centros de votación.

Está en juego la elección de 135 diputados que conformar en parlamento de Cataluña, quienes elegirán al nuevo gobierno regional: 85 por Barcelona, 17 por Girona, 15 por Lérida, y 18 por Tarragona.

La gran cuestión es si los independentistas alcanzarán la mayoría absoluta y recuperarán el poder, o el bloque de partidos «constitucionalistas», que se oponen a la secesión, podrá sumar entre todos para formar un gobierno alternativo.

Es la primera vez desde 1982 que las elecciones son entre semana y, como en aquella ocasión, se espera una participación récord ante lo que está en juego.

Al celebrarse los comicios en un día laborable, los trabajadores tendrán derecho a ausentarse de sus puestos de trabajo para acudir a votar un máximo de cuatro horas.

Más de 17.000 agentes participan del operativo se seguridad de los comicios, que tienen lugar tras los meses más convulsos de historia reciente de Cataluña, desde los atentados yihadistas de agosto, pasando por el vertiginoso final del proceso de secesión.

Los comicios fueron convocados por el gobierno español, que destituyó al ex presidente Carles Puigdemont y su gobierno, quienes llevaron a Cataluña al borde de la ruptura con España con un plan que se coronó el 27 de octubre, cuando el parlamento regional proclamó de forma unilateral la república catalana.

El proceso de secesión frustrado provocó turbulencias políticas, sociales y económicas: más de 3.000 empresas se fueron de Cataluña, cayó el turismo y se profundizó la sensación de que existe una «fractura social» entre los independentistas y los que no lo son.

Ahora, los catalanes podrán decidir el rumbo que tomará el país optando entre los que proponen seguir por la senda de la secesión, los que quieren abandonar por completo el debate y los que plantean una «tercera vía».

En el bloque independentistas, el ex vicepresidente y candidato de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, podría hacer historia desde la prisión, al llevar a su partido a la primera victoria electoral desde la Segunda República.

Junqueras pelea cabeza a cabeza por la victoria con la candidata del partido «unionista» Ciudadanos, Inés Arrimadas, según los sondeos, que pronostican un escenario sin mayorías absolutas, lo que llevará a un difícil proceso de negociación para formar gobierno.

En el bloque secesionista, ERC, que dice haber abandonado la vía unilateral, la candidatura Junts per Catalunya, que lidera el ex presidente Puigdemont, quien pretende ser restituido, y los anticapitalistas de Candidatura de Unidad Popular (CUP), que defienden desplegar la República, deberán ponerse de acuerdo si suman una mayoría independentista, algo que está en duda.

Del lado «constitucionalistas», Arrimadas podría obtener la victoria pero no llegar a gobernar, ya que es la candidata que cosechas más vetos en su propio bloque.

En cambio, el socialista Miquel Iceta, emerge como el candiato de consenso que podría conseguir un acuerdo con la coalición de izquierda Catalunya en Común Podem, el partido que podría tener la llave de gobierno.