20 abril, 2024

Sobreviente de «La Masacre de Flores», aclaró que la marcha por la seguridad es «apartidaria»

Matías Bagnato, sobreviviente de la «Masacre de Flores» de 1994 y convocante de la marcha «Para que no te pase», aclaró hoy que el evento de esta tarde es «apartidario» y una manifestación por «la justicia y la vida».

Matías Bagnato, sobreviviente de la «Masacre de Flores» de 1994 y convocante de la marcha «Para que no te pase», aclaró hoy que el evento de esta tarde es «apartidario» y una manifestación por «la justicia y la vida».

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Bagnato, sin embargo, admitió que los organizadores son «conscientes» de que algunos sectores políticos quieren aprovechar esta marcha para criticar al gobierno de Mauricio Macri.

El hombre, en diálogo con radio El Mundo, recalcó: «¿A vos te parece que yo puedo manchar las memoria de mis viejos y de mis hermanitos por un político?».

«Esto es apartidario, es una convocatoria por la justicia y la vida», puntualizó Bagnato, quien detalló que en la marcha de esta tarde frente al Congreso de la Nación habrá un escenario, donde hablarán los periodistas Luis Novaresio y Lorena Maciel.

En la marcha, que comenzará a las 18, se exhortará a que se intensifiquen las medidas contra la inseguridad y la impunidad.

Matías Bagnato fue el único sobreviviente del incendio provocado en su casa del barrio porteño de Flores el 17 de febrero de 1994 cuando el español Fructuoso Alvarez González, amigo de su padre, decidió quemar la vivienda.

Alvarez González causó la muerte de José Bagnato, de 42 años, su esposa Alicia Plaza (40), dos de sus hijos -Fernando (14) y Alejandro (9)- y un amiguito de este último, Nicolás Borda (11).

Matías, el hijo mayor de la familia que por entonces tenía 16 años, se despertó en medio de las llamas y se tiró por la ventana, por lo que fue el único sobreviviente.

Alvarez González fue condenado a cadena perpetua, y en 2004, por su origen asturiano, se benefició de un acuerdo de intercambio de presos y fue extraditado a España donde, por un error judicial, terminó libre.

En 2008 regresó a la Argentina y, según denunció Matías, lo amenazó por teléfono en reiteradas oportunidades, hasta que lo apresaron nuevamente en 2011.