28 marzo, 2024

Báez reconoció que Austral recibió cheques provenientes de Helvetic

El detenido empresario Lázaro Báez negó hoy ser el dueño de la sociedad suiza Helvetic Services Group pero admitió que su empresa Austral Construcciones recibió cheques provenientes de esa sociedad suiza por un total de casi 209 millones de pesos para afrontar la licitación por la construcción de represas en Santa Cruz.

El detenido empresario Lázaro Báez negó hoy ser el dueño de la sociedad suiza Helvetic Services Group pero admitió que su empresa Austral Construcciones recibió cheques provenientes de esa sociedad suiza por un total de casi 209 millones de pesos para afrontar la licitación por la construcción de represas en Santa Cruz.

Así lo afirmó –consignaron fuentes judiciales- en el escrito que presentó esta mañana ante el juez federal Sebastián Casanello en el marco de la ampliación de su indagatoria en el marco de la causa que se lo investiga por presuntas maniobras de lavado de dinero.

Báez, detenido hace exactamente un mes en el marco de este expediente, permaneció durante poco más de media hora en el despacho del magistrado, en el cuarto piso de los Tribunales Federales de Comodoro Py, y se limitó a presentar un escrito con críticas al fiscal y al magistrado y a negarse a responder preguntas.

Según trascendió, en el texto, el empresario santacruceño negó todos los cargos en su contra y, en ese marco, afirmó no ser el dueño de Helvetic Services Group, la sociedad suiza que compró la financiera SGI a Federico Elaskar.

No obstante, admitió que Austral Construcciones, la empresa insignia de su grupo, recibió nueve cheques por un importe total de casi 209 millones de pesos correspondientes a la sociedad suiza Helvetic Services Group.

Al procurar explicar ese movimiento, siempre según el relato de fuentes que tuvieron acceso al escrito, Báez consignó que se trató de un “mutuo” –un tipo de préstamo- destinado a afrontar “la licitación para la construcción de las represas” santacruceñas Jorge Cepernic y Néstor Kirchner.

Al referirse al préstamo, insistió en que se trató de una operación «legal» y agregó que para competir en dicha licitación integró con Austral Construcciones una Unión Transitoria de Empresas (UTE) de la que también fueron parte la empresa Iecsa (de Àngelo Calcaterra, primeo del presidente Mauricio Macri) y una compañìa China.

El empresario detenido criticó en varios pasajes de su escrito el accionar del juez y le solicitó que contrastara sus dichos en referencia a la conformación de una UTE con los de los empresarios a los que hizo referencia.

Sobre la licitación, Báez sostuvo que fue ganada por la empresa Electroingenieria de manera irregular aunque no aportó ninguna prueba en ese sentido.

En este tramo de la investigación, el juez federal Casanello y el fiscal Guillermo Marijuan buscan determinar si, a través de una posible maniobra de “autoventa o aucompra de títulos de la deuda pública” por parte de sociedad Helvetic Services Group, “se reingresó al país una suma aproximada de 33 millones de dólares“, que habría sido “insertada en el mercado local a partir de su depósito en una cuenta bancaria de Austral Construcciones S.A”.

Lejos de exhibir intenciones o efectivamente pedir acogerse a la figura del “arrepentido” -como habían especulado distintas versiones periodísticas en los últimos días- Báez se mantuvo esta mañana en su postura de rechazar los cargos en su contra y negarse a responder preguntas.

El empresario que amasó su fortuna como concesionario de obra pública en Santa Cruz manifestó en su escrito que estaba siendo perseguido por ser un empresario con plata y recordó que ninguno de los jueces que lo investigó en otras causas lo citó a indagatoria.

En ese marco, mañana será el turno de la ampliación de la indagatoria de su hijo Martín, también por esta multimillonaria operación con bonos de deuda soberana argentina tendiente a reingresar al país dinero de su grupo empresario.

A estas indagatorias se sumarán la semana próxima las del abogado Claudio Bustos y Marcelo Ramos, en tanto que al detenido abogado Jorge Chueco el juez federal Sebastián Casanello ya lo indagó por estos hechos incorporados al expediente fruto de la investigación.

De hecho, en su resolución del 18 de abril pasado –en la que procesó con prisión preventiva a Báez y a su contador Daniel Pérez Gadin, y citó a indagatoria a Echegaray y a Ángel Rubén Toninelli, ex director de la DGI- Casanello puso la mira en la operatoria que finalizó con el depósito de nueve cheques por un monto equivalente a 208.840.876 pesos.

De hecho, allí señaló que esos cheques se encontraban endosados por Jorge Chuevo –como apoderado de Helvetic- y fueron depositados por Eduardo Larrea y Claudio Bustos en nombre de Austral.

“Las operatorias consistían en transferencias de dinero procedente de fuentes ilícitas desde SGI Argentina SA a Helvetic Services Group SA; a su vez esta firma, que registraba una cuenta comitente en la sociedad de bolsa ‘Financial Net Sociedad de Bolsa’, adquiriría bonos de deuda soberana, luego esos títulos se transferían en dólares a través de un sistema de compensación y liquidación en Suiza y finalmente reingresarían al país para ingresar al patrimonio de Austral Construcciones”, describía el magistrado en su resolución.

En tanto, en relación a la ampliación de la indagatoria de Báez, ocurrida a exactamente un mes de su detención, fuentes judiciales consignaron que el único planteo realizado por fuera del escrito, fue una queja en relación al suministro de medicación.

En este sentido, los informantes indicaron que Báez –quien padece diabetes e hipertensión- se quejó porque “no le dan los medicamentos correctamente” y “le cambian todo el tiempo de médicos”, según su relato.

Tras su paso por Comodoro Py, que se extendió desde las 8:30 hasta cerca del mediodía, Báez fue trasladado nuevamente al penal de Ezeiza.