24 abril, 2024

Alumnos puntanos desarrollan un calefón solar con botellas plásticas y mangueras

Alumnos de una escuela de la ciudad de San Luis desarrollaron un novedoso calefón solar con botellas plásticas y mangueras, y pretenden instalar varios modelos en viviendas del barrio donde está emplazado el establecimiento educacional.

Alumnos de una escuela de la ciudad de San Luis desarrollaron un novedoso calefón solar con botellas plásticas y mangueras, y pretenden instalar varios modelos en viviendas del barrio donde está emplazado el establecimiento educacional, para ayudar a los vecinos a solucionar los problemas de gas y luz que padecen en la zona.

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La escuela «Progreso y Sueños» está ubicada en el barrio «500 Viviendas Norte» en la capital puntana, y tiene instalado y en pleno funcionamiento uno de los calefones fabricados por sus alumnos, que se utiliza para el aseo de la comunidad educativa y para lavar los vegetales de la huerta que han desarrollado en el lugar, donde siembran y cosechan lechuga, tomate, acelga, rabanitos y perejil.

La docente María José Andrada dijo hoy a Télam que «del proyecto participaron chicos del segundo agrupamiento, que tienen entre 8 y 12 años, y entre todos decidimos que vamos a producir dos calefones solares para instalarlos en domicilios del barrio para familias que realmente los necesitan».

En una de esas viviendas viven Lucrecia Pellegrini y Rodrigo Ochoa junto a 8 hijos, cuatro de los cuales asisten a las escuela «Progreso y Sueños» y en la restante está el matrimonio formado por Antonio Cuello y Angélica Machuca, que tienen 5 hijos, y uno es alumno de la escuela del barrio.

Ambos grupos familiares dijeron a Télam que «estamos felices de contar con este servicio, ya que por cuestiones económicas no tenemos gas natural, compramos gas envasado, que es muy caro para calentar el agua y cocinar, y además la energía eléctrica se corta de manera continua, por eso estamos muy agradecidos a la escuela del barrio».

Otros maestros entrevistados enfatizaron que «estos trabajos permiten relacionar directamente los contenidos del aula con la vida de todos los días, y permite a los chicos conocer la realidad».

El funcionamiento del aparato se basa en una botella plástica, que por calor solar crea un efecto invernadero, quedando atrapado el calor en el recipiente, y luego es absorbido por una manguera que traslada el agua caliente hasta un tanque, donde se almacena y puede llegar hasta los 55 grados centígrados.

Esta creación de los alumnos de la escuela «Progreso y Sueños» está participando de varias ferias de ciencias en esta provincia y en otros lugares del país.