El senador electo por el Frente Unidad Justicialista San Luis, Adolfo Rodríguez Saá, les confió esta noche a los militantes que abarrotaban la sede partidaria «una epopeya casi imposible», y sostuvo que «no hay ningún tratado o manual político que diga que se podía lograr lo que hicimos hoy, pero Alberto (Rodriguez Saá) me dijo que sí y lo logramos”.
“Estuve en cada plaza, con lluvia, con calor, con frío, 6, 7 u 8 horas hablando, escuchando y reflexionando que hay un nuevo camino por recorrer y que lo vamos a hacer con amor, sin rencores”, recordó el senador nacional, electo por tercera vez consecutiva.
«El Adolfo», como lo llaman en San Luis, recordó que en medio de su campaña visitó al emblemático “Santo de la Quebrada”, y a la “Virgen de la Cobrera” a quienes les rogó su protección y su guía para “ayudar al pueblo de San Luis”.
Si bien la expectativa estaba puesta en los anuncios que, a la hora de votar, aseguró que haría cualquiera fuera el resultado de la elección, el senador cedió el primer lugar de la oratoria a su hermano, el gobernador Alberto Rodríguez Saá y luego, visiblemente emocionado, se dirigió a los militantes a quienes luego agasajó con el tradicional “choripán” peronista.
Imagen: ANSL
